Militantes de Ciudadanos siguen la noche electoral en Barcelona, con decepción / Pilar Carracelas

"Hay que reconocer las cosas", comenta un simpatizante de Ciudadanos en la sede de la noche electoral en el Barceló Sants, "hemos pinchado". No se explica, sin embargo, las causas. No se lo acaba de creer. Él y dos más miran las comparecencias de Artur Mas y de Oriol Junqueras en TV3 y señalan con el dedo la pantalla: "Estos también han pinchado, si no, no me salen los números". Aseguran que los votantes de la CUP se han quedado en casa, porque les faltan 600.000 votos para llegar a los resultados del 27S.

En cambio, no tienen ni idea de lo que puede haber pasado con los 250.000 catalanes que votaron Ciudadanos a las elecciones de septiembre y ahora han ido a parar a otras opciones. Unos votos que han relegado la formación a la quinta plaza en Catalunya, con 5 diputados. "Contra el PSC es difícil luchar", asegura el militante, "tienen una implantación territorial muy potente". Sin embargo, el PSC ha experimentado una bajada de 340.000 votos. El trasvase de votos más probable tiene que haber ido a En Comú Podem, que ha pasado de tener 366.000 votos con la formación Catalunya Sí que es Pot a ser primera fuerza en Catalunya con más de 900.000 votos.

"Nos hemos confiado", ha dicho otro militante, "pensábamos que el efecto de las catalanas se repetiría en las generales". Pero reconocen que el mensaje en unas generales no es el mismo que en unas autonómicas, y menos todavía si el marco mental con que se conciben es plebiscitario como el pasado 27 de septiembre. Ciudadanos no ha obtenido representación ni en Girona ni en Lleida, donde sí que ha sacado la cabeza En Comú Podem, con un escaño en cada una. En Tarragona, plaza fuerte de la formación naranja, han obtenido un escaño, pero han perdido casi 30.000 votos respecto a las elecciones catalanas.

Pinchazo en el cinturón rojo

Aquel "si repetimos el resultado del 27S" que tanto repetían Inés Arrimadas, Albert Rivera y Juan Carlos Girauta en Nou Barris se ha desvanecido esta noche. Del 22,60% de los votos que obtuvo en este distrito Ciudadanos en las elecciones catalanas, han pasado a un 14,35%. En Barcelona, han pasado de ser segunda fuerza con el 17,70% de los votos, a quinta, por detrás del PSC, con un 13,10%. Otros pinchazos significativos han sido en l'Hospitalet, Sabadell, Terrassa, Gavà, Viladecans y Castelldefels. En l'Hospitalet, por ejemplo, han pasado de ser la primera fuerza el 27S con el 23,61% de los votos, a tercera, con un 14,97%, por detrás del PSC, que ha quedado segundo, y de En Comú Podem, que ha triunfado con un 29,98% de los votos. El cinturón rojo, que catapultó Ciudadanos el 27S, ha cambiado de manos y se ha vuelto morado.

Sede desierta toda la noche

Durante toda la noche electoral sólo se ha podido ver en la sala de prensa a dos grupos de unas diez personas con caras largas, mirando la televisión con aspecto de no acabar de creerse lo que estaba pasando. En el momento en que Ciutadans ha subido del 39º al 40º escaño, sólo se han oído los aplausos y las exclamaciones de dos de los grupos. En un rincón, dos chicas miembros de la formación, daban por hecho que PSOE formará gobierno con Podemos, Unidad Popular y Esquerra, y especulaban con el hecho de que los socialistas aceptaran hacer un referéndum en Catalunya. "Susana Díaz no lo permitirá", ha dicho una de ellas, "ella pone por delante la unidad de España que la de su partido, y es ella la que heredará el chiringuito".

 

Sólo cuando ha comparecido el candidato a la presidencia del Gobierno español, Albert Rivera, en la sede de Madrid, han aparecido una veintena de militantes y simpatizantes más. Entre ellos estaba la concejala en el Ayuntamiento de Barcelona, Carina Mejías, la diputada en el Parlament, Sonia Sierra, y el exportavoz de Ciudadanos en la cámara catalana hasta el abril de 2014, Jordi Cañas, más apartado. Mejías y Sierra, mirando la televisión en primera fila, han sonreído con tirantez mientras Rivera valoraba los resultados, sabedoras de que las cámaras fotografiaban y grababan su reacción.

Ninguna autocrítica

Tanto el jefe de campaña del partido, José Manuel Villegas, cuando ha comparecido para valorar el sondeo a pie de urna que los daba mejor resultado de lo que han obtenido finalmente, de 45 a 40 escaños, como Albert Rivera, como el cabeza de lista por Barcelona, Juan Carlos Girauta, han coincidido en no hacer ninguna autocrítica. Ciudadanos ha tenido unos resultados de la mitad de lo que le pronosticaban la mayoría de encuestas. Rivera ha hablado de una "ley electoral injusta", como ya dijo a la candidata a la presidencia de la Generalitat, Inés Arrimadas, y Albert Rivera en anteriores citas electorales en el Parlament de Catalunya. Es una crítica que ya entonó Rosa Díez la noche electoral del 2011 por los resultados de UPyD. "A Izquierda Unida le cuesta diez veces más obtener un escaño que al PNV", ha dicho Girauta, para poner un ejemplo, ha dicho, no centrado en Ciudadanos.

 

Rivera también ha querido hacer notar que Ciudadanos no ha incurrido "en juego sucio", "en difamación" y en "prometer pactos a cualquier precio", buscando una explicación a su resultado y al de otras fuerzas políticas. Girauta, desde Barcelona, ha reivindicado que "Ciudadanos no es ninguna amalgama de grupos y grupúsculos antisistemas, de partidos y partidillos pseudoindependentistas, ni formará cuatro grupos parlamentarios", en alusión a Podemos. También ha querido diferenciarse de PP y PSOE, considerando todo un hito que Ciutadans haya obtenido a 40 diputados "teniendo el mismo discurso en toda España".

Frenar el independentismo

Aunque Joan Carles Girauta no ha afirmado, como sí que lo hacía en campaña, que el resultado ha puesto "fin al proceso" –en algún momento incluso se ha mostrado convencido de que ya ha acabado–, sí que ha asegurado que "si con 3 diputados en el Parlament ya hemos hecho mucho para frenar el independentismo, imaginaos qué haremos con 40 diputados en el Congreso".

 

A diferencia de las elecciones catalanas, en las que la fiesta todavía duró horas después de saber los resultados, esta vez los simpatizantes no se han quedado ni diez minutos después de la comparecencia de Girauta, hasta el punto que cuando el candidato ha atendido una entrevista en directo para Catalunya Ràdio, ya prácticamente sólo quedaba él de la formación en la sala de prensa.