El gobierno español mantiene la apariencia de calma, enviando un mensaje de tranquilidad a ciudadanos y mercados, pero alerta de las posibles consecuencias del Brexit a corto plazo para España. El ministro de economía y competitividad en funciones, Luis de Guindos, ha tachado de "factor tan desestabilizador" la decisión tomada por los ciudadanos británicos, en la rueda prensa posterior al Consejo de Ministros. Sin embargo, la inquietud del gobierno central tiene una razón política que preocupa más entre bastidores: la posibilidad de un efecto dominó entre otros países de la Zona Euro.

De Guindos ha excusado la caída registrada por el Íbex 35 en el hecho de que tenga una mayor proporción de entidades bancarias, a diferencia de la media de las economías del euro en sus bolsas. El ministro en funciones ha aportado el dato que, en cambio, los bonos del Estado sí han alcanzado un descenso sostenido y similar a sus semejantes. "Es fundamental seguir generando confianza y credibilidad" ha afirmado de Guindos, introduciendo la cuña de la buena gestión del gobierno del Partido Popular, que a su parecer permite amortiguar la situació, a diferencia de los años de la crisis, entre 2009-2011.

Con respecto a la senda de crecimiento, el ministro cree que España no estaría entre los países más afectados por la salida del Reino Unido de la UE, de acuerdo con los análisis de instituciones como el mismo Tesoro Británico o el Fondo Monetario Internacional (FMI). "No haremos una revisión del PIB entre otras cosas porque estamos creciendo por encima del 3%", ha aclarado. Ya en su momento De Guindos dijo que si hay cambios en el pronóstico de un 2,7% de subida, sería al alza. Tampoco considera que se tengan que producir afectaciones con respecto a la previsión de ocupación ahora que esta llega entorno a los 18'5 millones.

"Una entidad de poca confianza"

Sobre otras cuestiones políticas que afectan en España, el ministro ha querido aislar la multa que la Comisión quería poner en el Estado por incumplimiento del objetivo de déficit, considerando que no es una circunstancia que tenga que relacionarse. Según ha podido saber El Nacional, el gobierno está más preocupado por que se produzca un efecto dominó en la voluntad de salir de la UE y caiga en picado su credibilidad. Las fuentes consultadas aseguran que si otros países se sumaran a la petición, se empezaría a ver a Bruselas como "una entidad de poca confianza". 

La vicepresidenta en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, ha respondido sobre los temores del gobierno delante de las cámaras. "El populismo cabalga a lomos de la crisis" son las palabras con que ha hecho un llamamiento a todos los partidos políticos para trabajar juntos de cara a fortalecer la posición de España dentro de las instituciones comunitarias y el proceso de integración. La vicepresidenta descarta que se puedan hacer comparaciones entre países, pero apuesta por informar a la opinión pública, en una alusión velada a los movimientos de secesión.

La número dos del gobierno ha señalado que el presidente en funciones, Mariano Rajoy, ha mantenido contactos intensos con líderes comunitarios, como el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude-Juncker, en previsión de los diferentes escenarios que se puedan producir. Estos también han sido analizados por la comisión interministerial creada a este efecto, extremando las precauciones por si el Brèxit se producía. Así las cosas, de aquello que no tiene duda el gobierno es que Gibraltar le pertenecería. "Gibraltar forma parte de España y esta es su bandera" ha concluido.