La declaración de los agentes de la Guardia Civil en el juicio al major Josep Lluís Trapero, Teresa Laplana, Pere Soler y César Puig han representado hoy un déjà-vu. Como ya pasó en el juicio del Tribunal Supremo se han vuelto a oír relatos de inacción de los Mossos d'Esquadra durante el 1-O y la colaboración con la ciudadanía para garantizar la celebración del referéndum.

El intendente D19921C de Lleida no ha tenido ningún problema en asegurar que los Mossos estaban organizados en chats de Whatsapp con alcaldes y ciudadanos y que eso permitía llenar de gente los puntos de votación a los que se dirigían los antidisturbios de la policía española para cerrar los centros. El ejemplo que ha puesto es de Alcarràs y ha señalado directamente al jefe de sala regional de los Mossos. El caso se acabó archivando, pero como la magistrada lo admitió como prueba, el fiscal ha centrado todo su interrogatorio en los presuntos seguimientos de los Mossos a la Guardia Civil.

A preguntas de la fiscalía ha dicho que tuvieron colaboración "cero" de los Mossos, aunque esperaban hacer los dispositivos conjuntos.

"La idea era hacer acciones rápidas y evitar el conflicto", ha dicho el teniente, que ha explicado que entre el intervalo de detectar puntos de votación con poca gente hasta que llegaban, ya había una multitud. "Después hemos visto que había chats de ciudadanos en los que había alcaldes y mossos", ha remarcado nada más empezar su declaración para situar el relato. También ha hecho su particular interpretación de uno de los correos donde se dan órdenes y asegura que los Mossos ya tenían decidido desde el 30 de septiembre que no utilizarían la fuerza. Pero el mail no dice nada de eso.

 

Una vez más, Olga Tubau, la abogada del major, ha puesto en su sitio al testigo. Admite que no hubo ninguna comunicación con Barcelona y, por lo tanto, su relato no afecta al major Josep Lluís Trapero.

El caso de Lleida, archivado, ha centrado las declaraciones de los testigos. El Guardia Civil con TIP C17150G ha destacado que los Mossos querían tener un "control férreo" de todo el operativo y de todas las incidencias a la hora de hacer los atestados, que estaban en manos de la unidad de Información.

 

Y en medio del interrogatorio del fiscal y con el argumento de que "están cansados", de repente se ha acabado la sesión de hoy.