Los dos guardias civiles que redactaron el atestado del 1-O en Sant Joan de Vilatorrada, en el Bages, han negado que el concejal Jordi Pesarrodona —conocido por llevar una nariz de payaso— incitara al odio contra la policía. Según han declarado los guardias civiles, en las cargas policiales en Sant Joan de Vilatorrada, los agentes intentaron entrar, pero la puerta estaba bloqueada por decenas de personas, entre las cuales el concejal Jordi Pesarrodona, a quien dieron golpes e hicieron caer al suelo.

Los agentes de la Guardia Civil, que declararon ayer en los juzgados de Manresa, aseguraron que el concejal de la nariz de payaso no profirió ningún insulto.

Cuatro agentes de la Guardia Civil que participaron en el operativo del 1-O en el Bages declararon a Manresa ante la jueza de lo penal número 2 que investiga las cargas policiales que hubo el 1-O en cinco puntos. Los dos guardias civiles que participaron en el operativo en Callús y también los dos de Sant Joan de Vilatorrada reconocieron ante la magistrada que no tenían constancia que tenían que hacer el atestado correspondiente. De hecho, los agentes no supieron que se les encomendaba la tarea hasta el día siguiente, según ha explicado uno de los abogados de la acusación, David Casellas.

Además, según reconocieron los agentes de Callús y así consta en el atestado, solo tuvieron conocimiento de un herido como resultado de las actuaciones policiales, otro compañero del cuerpo. Finalizada la primera tanda de la decena de citas como testigo de guardias civiles, los abogados se mostraron satisfechos con el resultado de las declaraciones, porque ante los vídeos que se han presentado los agentes reconocieron que en los cinco puntos de votación del Bages la población actuó con "resistencia pasiva".