Las tensiones dentro del feminismo ya se han hecho notar a escasos minutos de que empiece la manifestación de esta tarde en motivo del 8 de marzo. Un grupo de tránsfobas ha boicoteado un acto organizado por el Ministerio de Igualdad para el Día Internacional de la Mujer y ha abucheado a la máxima responsable del departamento, Irene Montero. El motivo de la protesta ha sido la ley trans, aprobada recientemente en las Cortes españolas, y que las activistas conocidas como TERF —Trans-Exclusionary Radical Feminists (en castellano, feministas radicales transexcluyentes)— no ven con buenos ojos.

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"El feminismo no está dividido, está parasitado", ha gritado alguna de las asistentes en este acto, en defensa de Montero y en referencia a este colectivo. Se trata de una rama del movimiento que, efectivamente, difiere bastante del actual feminismo mayoritario, el que defiende el Ministerio de Igualdad. Ante los gritos de las tránsfobas, las organizadoras del acto —y la propia Irene Montero— las han invitado a participar en la mesa redonda en la que pivotaba el acto. Una de las chicas ha accedido, y ha empezado su intervención preguntando a la ministra "¿qué es una mujer?".

Para la manifestante, una mujer es solo aquella persona que nace con vagina. La joven no ha negado "la opresión" que sufren las personas trans, pero ha lamentado que la ministra Irene Montero "niegue la realidad biológica con que nacen las mujeres". Según la tránsfoba, a las mujeres se les oprime por el "sexo con que nacemos", y no por el género con el cual se identifican.

 

Montero ha señalado que las mujeres —trans o no— sufren más violencia que los hombres, y ha señalado que su "obligación" como ministra es respetar los derechos humanos de las personas, lo que comporta respetar la libertad sexual de los ciudadanos; y dentro de estos parámetros entra la posibilidad de que alguien nacido con pene se sienta mujer. "Cuando se dice que las mujeres trans no son mujeres, se están vulnerando los derechos humanos; para eso sirve la educación en igualdad", ha manifestado Montero. La ministra ha acabado su discurso asegurando que "la amenaza" real que sufren las mujeres es la "falta de educación sexual, el machismo y el patriarcado".

Se prevé que este miércoles se ponga de manifiesto que aquello que realmente divide al movimiento feminista no es la decisión de tener que reformar o no la ley del 'solo sí es sí'. Dentro del movimiento, los debates que generan más división son los posicionamientos en torno a las personas trans y, sobre todo, cómo gestionar la prostitución. Hay feministas que apuestan por su abolición, mientras que hay quien apuesta por su regulación. Este 8 de marzo, por ejemplo, el PSOE se encuentra con un problema: mientras el partido defiende la abolición, ha surgido el escándalo de corrupción con prostitutas del 'Tito Berni'.