"Yo me sentiría muy cómodo si se integraran en nuestro grupo los cuatro senadores de Convergència". Con estas palabras, el portavoz de ERC en el Senado, Santi Vidal, ha mostrado su total disposición en ​El Matí de Catalunya Ràdio para que los senadores de CDC se integren en el grupo republicano, después de haberse quedado sin grupo tanto en la cámara alta como en el Congreso.

Dejando claro que "ERC obtuvo más votos presentándose por separado", Vidal ha especificado que "ahora estamos hablando de otra cosa", que es un pacto post-electoral, pero tampoco se ha querido mojar mucho porque se trata de una decisión "con ventajas e inconvenientes" que tienen que tener clara los dos ejecutivos y, si no es así, el juez ha considerado que "yo me esperaría unas semanas".

Vidal ya había abierto una puerta ayer en una entrevista con Europa Press a dejar un espacio a los senadores convergentes dentro del grupo republicano, pero puso sobre la mesa que eso podría "perjudicar" –quizás– a los senadores convergentes por la falta de "visibilidad" y "presencia" que les comportaría estar junto con ERC porque no tendrían tantas oportunidades de hablar en el Senado.

El PP les deja fuera

Fue este lunes cuando el PP votó en contra que CDC tuviera grupo propio, el PSOE se abstuvo y el PNV, en un intento de acercar posiciones con los convergentes, votó a favor, aunque sirvió de poco. Esta es la primera vez desde 1977 que los convergentes se quedan sin grupo en el Senado y eso les comportará una pérdida importante de la financiación.

Concretamente, perderán la subvención anual de más de 260.000 euros al año y, como ya se ha dicho, la falta de visibilidad en los debates y comisiones parlamentarias. Ahora, convergentes y republicanos se tendrán que poner de acuerdo con qué es lo mejor para garantizar la continuidad del proceso: que Convergència vaya al grupo mixto de la cámara alta, o que se sume al grupo de ERC.