Grito de alerta de los ayuntamientos. El aumento del coste de la vida ha provocado un aumento incremento notable de los gastos. Eso ha obligado a los alcaldes de buena parte de los grandes municipios del país a subir impuestos e incrementar la presión fiscal a la ciudadanía en las ordenanzas fiscales. Los consistorios de todo el país están aprobando durante las últimas semanas las ordenanzas fiscales que regulan las tasas e impuestos que se imponen a la ciudadanía. La influencia del Índice de Precios al Consumo (IPC) en las nuevas ordenanzas ha hecho elevar todavía más la preocupación en el mundo local, que pide un nuevo sistema de financiación al Govern de la Generalitat y al Gobierno.

Desde la pandemia de la covid, la inflación se ha disparado y eso ha provocado un incremento de los gastos para los ayuntamientos. La luz, el agua, la basura... son servicios básicos que han visto incrementarse el coste. Eso, juntamente que el Tribal Constitucional tumbara|girara a finales del 2021 una de las principales vías de financiación para el mundo municipal como es la plusvalía, ha hecho que los ayuntamientos hayan tenido que aumentar el Impuesto de Bienes de Inmuebles (IBI), la principal vía de financiación de los ayuntamientos.

83,7 millones de euros más que el 2021

Desde el Arco Metropolitano, organización formada por los ayuntamientos de Granollers, Martorell, Mataró, Mollet del Vallès, Rubí, Sabadell, Terrassa, Vilafranca del Penedès y Vilanova i la Geltrú, estiman que para prestar exactamente los mismos servicios en el 2022 gastaron 83,7 millones de euros más que el 2021, tal como explica El Periódico. La diferencia más relevante responde al incremento del IPC (24,2 millones) y a la pérdida de la plusvalía (26,4 millones), de la cual solo se recaudó el 46,64% del previsto después de la sentencia del Constitucional. De hecho, según el Ministerio de Hacienda, la pérdida durante el 2022 fue de unos 830 millones de euros. La Diputación de Barcelona aprobó el pasado jueves 26 de octubre un plan para inyectar 75 millones de euros a los municipios de la demarcación de Barcelona con el fin de evitar déficits.

La Asociación Catalana de Municipios, presidida por la alcaldesa de la Garriga, Meritxell Budó, ha subrayado que l'infrafinançament se ve agravada en contextos económicos complejos, como el actual. Además, uno de los otros elementos que remarcan desde el municipio catalán es el de las competencias no obligatorias que acaban asumiendo ayuntamientos por delegación o por incomparecencia de otras administraciones y que únicamente les genera gastos, como las guarderías municipales. El mundo local también pide gestionar al menos un 15% de los fondos europeos como medida para solucionar el infrafinanciamiento a corto plazo.

Uno de los otros elementos que se suman a la incertidumbre del mundo local de cara el 2024-2025 es sobre las previsiones de los ingresos estatales. Según el Ministerio de Hacienda, los consistorios están planificando ya de acuerdo con los ingresos extraordinarios de los recursos derivados de la liquidación del 2022, sin que todavía esté aprobado el nuevo marco europeo y nacional. Es decir, sin que se hayan fijado objetivos de estabilidad de la "regla de gasto" en que podría llegar a suponer un reequilibrio.

Ejemplos de municipios donde se sube el IBI

Aunque Barcelona no haya podido aprobar las ordenanzas fiscales por la falta de apoyo al gobierno Collboni, la mayoría de consistorios sí que lo ha hecho. A modo de ejemplo, l'Hospitalet ha subido el IBI un 3%; Castelldefels y Gavà, un 9%; Cornellà y Sant Boi, el 7%; el Prat, un 10%; Santa Coloma de Gramenet, un 5%; en Rubí, un 12%; en Cerdanyola, un 11,6%. En esta línea, la capital del Maresme, Mataró, ha aumentado un 3,5% el IBI, mientras que al Alto Maresme alcaldes de 10 municipios se han visto obligados a incrementar este impuesto entre un 5% y 7%.

En el Penedès, Vilanova i la Geltrú lo ha subido un 4,5%, mientras que Igualada lo ha aumentado un 11%. En Girona crecerá un 3,6%, mientras que en Lloret de Mar un 11,5% y Platja d'Aro un 13%. Tarragona ha subido el IBI un 7,5%, mientras que en Reus lo ha hecho un 12,5%.

Una de las excepciones es Lleida, que bajará un 2%, aunque aumentará un 5,8% el resto de tasas. Tàrrega, por su parte, han congelado sus tasas y la Seu d'Urgell la ha subido un 3,5%. El Ayuntamiento de Vielha y Mijaran aprobó una actualización general del 14,9%.

También suben las tasas de la basura

Con respecto al impuesto de la basura, Roses lo subirá un 50% y en Girona, Salt, Lloret o Sant Feliu de Guíxols, un 25%. Aunque no es lo único, uno de los motivos de este crecimiento es adaptarse a la nueva normativa supramunicipal que dictamina que, a partir del año 2025, los ayuntamientos tienen que cubrir los costes de recogida, transportes y gestión de residuos. Con todo, la tasa de basura subirá un 12% en Tarragona, un 14% en Reus, un 14% en Tàrrega, un 19% en La Seu d'Urgell, un 33% en Rubí, un 30% en Gavà y un 2,5% en Vilanova i la Geltrú.