Un grave error del CNI está complicando todavía más la euroorden que presentó España a Alemania para extraditar al president en el exilio, Carles Puigdemont. Según informa El Independiente, "un exceso de euforia y la necesidad de apuntarse un triunfo" hizo que el mismo CNI, y también el Gobierno, revelaran su participación en el seguimiento de Puigdemont y en la elección de Alemania como país donde se realizaría la detención. Apunta que eso ha incomodado a los jueces de Schleswig-Holstein, porque se sienten utilizados por las autoridades españolas.

"Desde la Comisaría General de Información y desde el CNI se empezaron a filtrar aquella mañana datos del operativo: habían participado unos 20 agentes, 12 de ellos miembros de los servicios secretos; el coche en el que viajaba Puigdemont con otras cuatro personas en el momento de la detención —un Renault Space con matrícula belga— había sido previamente balizado; un geolocalizador de un móvil de uno de los acompañantes del president sirvió para monitorizar en todo momento el trayecto del vehículo por cuatro países, incluso se dijo que agentes del CNI estuvieron presentes en la detención por parte de la policía alemana", señala el diario.

Según esta versión, existe el problema de la ilegalidad de la intervención del CNI en un territorio extranjero y sin orden judicial, después de que la justicia belga ya ha abierto diligencias por esta misma cuestión. Un segundo problema es que se dio por hecho que Alemania extraditaría a Puigdemont y se dijo que sería un país fácil, a diferencia de Bélgica y Reino Unido. Todo ello ha provocado malestar en los magistrados de Schleswig-Holstein.