Para Eva Granados (Barcelona, 1975), esta será la tercera legislatura en el Parlament. Es innegable que es mujer de aparato. Milita en el PSC desde 1999. Es miembro del secretariado nacional de UGT Catalunya desde los 27 años. En 2009 se convirtió en vicesecretaria de Josep Maria Álvarez, aunque abandonó el cargo en 2010 para ir de número 10 en la lista de José Montilla. La última legislatura destacó por ser una de las voces socialistas más tenaces contra los recortes del gobierno de Artur Mas. Miembro de la ejecutiva de Pere Navarro y ahora de la de Miquel Iceta, con quien colabora desde hace años, ha promocionado hasta número dos del Grupo Parlamentario Socialista.

¿Es un buen momento para ser portavoz del PSC? Es un buen momento, sí. Tenemos un papel que jugar en un momento tan importante en la política catalana. La posición del PSC es la de poner seny, la de bajar el tono en un momento en el que hay dos frentes que lo suben hasta donde no toca. Estoy muy contenta de ser portavoz de mi partido en un momento en el que tiene este papel.

El seny parecía que lo había patrimonializado Unió en campaña. ¿Sois la Unió de izquierdas? [Ríe] Somos la principal fuerza de izquierdas en el Parlament, un partido catalanista no independentista. Ahora el catalanismo parece escorado sólo hacia el soberanismo y nosotros lo reivindicamos como algo mucho más transversal.

¿Le queda horizonte al catalanismo político en un Estado español como el actual? Tenemos un reto histórico en Catalunya y en el conjunto de España. Por una parte, la mejora de la financiación, y por la otra, la clarificación de competencias que tenemos como comunidad autónoma dentro de un Estado complejo como es el Reino de España. También este reconocimiento que hemos ido perdiendo con un nacionalismo español muy beligerante con el PP en el Gobierno español.

Eva Granados

¿Qué ha hecho mal el PSC para perder más de 40.000 votos desde 2010? El PSC como el resto de la política del país está en un momento de convulsión total. Nosotros hemos sufrido una escisión no hace mucho tiempo y unas elecciones que se plantearon con una pregunta de 'sí' o 'no', y por lo tanto, frentista. Y cuando estás en medio siempre quedas desdibujado. Pero creo que para el PSC ya han pasado los tiempos de la resistencia y está en momento de ofensiva.

La próxima ofensiva son las elecciones generales. ¿Qué pasa si no gana Pedro Sánchez y continúa el "nacionalismo beligerante"? Estamos en precampaña y yo soy una persona que está comprometida con la victoria de Pedro Sánchez, por lo tanto te tengo que decir que no contemplo esta posibilidad. Creo que Pedro Sánchez estará en la Moncloa y podremos abrir paso a la reforma de la Constitución que defendemos.

La gente no ha salido multitudinariamente a manifestarse a favor de la reforma de la Constitución, sino a favor de un referéndum sobre la independencia. Lo que parecen decir los que tienen la mayoría en el hemiciclo en este momento es que esta consulta ya se ha hecho y que el pueblo ha dicho que sí, aunque no están ni la mitad de los catalanes que han dicho que sí a esta pregunta. Dan por superado este derecho de autodeterminación y se sitúan ya en la construcción de un nuevo Estado. Ahora plantean una consulta sobre la constitución catalana. Nosotros planteamos un referéndum sobre la Constitución Española.

Yo le pregunto por su partido. ¿No les parece que su propuesta de una reforma constitucional que no contemple el derecho a decidir puede enquistar el problema? Los independentistas pueden votar 'no'.

Y se quedarían como están. Por eso le preguntaba si no incluir esta opción en la reforma constitucional no enquista el problema. Es que no es la opción que defendemos. Los que defienden la opción del referéndum sobre independencia nos tendrán que explicar cómo lo harán.

Lo podrían hacer con su ayuda, si se hicieran eco de una demanda con la cual, según las encuestas, buena parte del electorado socialista estaría de acuerdo. Es que no somos independentistas y no facilitaremos que se pregunte sobre independencia. Porque no entendemos que haya dos soberanías enfrentadas.

Bueno, estos días vemos que una mayoría parlamentaria ha declarado que la cámara catalana es soberana y rechaza la soberanía española. Y esta mayoría proviene de los votos de la gente. Lo llevaban en el programa. Tú no puedes poner en un programa electoral aquello que no puedes cumplir si depende de ti mismo. Yo vengo del mundo sindical. En las asambleas de trabajadores la gente expresa sus aspiraciones y aquello que quiere. Los representantes de los trabajadores tienen la obligación, en la negociación con la empresa, de transformar aquellas aspiraciones para que la empresa no cierre y no pierdan sus puestos de trabajo y al mismo tiempo mejoren sus condiciones. Me preocupa que ahora en Catalunya los responsables políticos son los portavoces de la asamblea. Han decidido unilateralmente llevar la empresa a un lugar determinado poniendo en peligro su futuro. En el mundo hay muchísimas naciones sin Estado y la nuestra es de las que tiene más autogobierno.

Albert Rivera ha propuesto que los partidos estatales se comprometan a no hacer pactos de gobernabilidad con partidos que quieran la independencia. ¿Los socialistas catalanes piensan igual? Entiendo que la política pasa por sentarse en la mesa con gente que piensa diferente. Con la gente con quien pensamos igual no hay que negociar, es muy fácil, hacemos titulares y los compartimos, ¿verdad? Con la aritmética que tenemos en el Parlament y con la cantidad de opciones políticas confrontadas no saldremos adelante si no buscamos un común denominador. Eso es la política. Con la reforma del Estado tendrá que pasar igual.

¿Cómo se siente cuando se sitúa al PSC en el bloque del 'no'? No creo que haya un bloque del 'no' porque dentro de los que no somos partidarios a la independencia no hay homogeneidad. No se puede hablar de bloque. Con respecto a aspectos concretos como la propuesta de resolución independentista sí que estamos con Catalunya Sí que es Pot, con Ciudadanos y con PP en la defensa de la legalidad. Pero entendiendo los frentes como espacios estables de trabajo, yo con el PP y con Ciudadanos no tengo nada que compartir en el espacio socioeconómico. No entraremos a hablar con ellos sobre renta mínima garantida, ni dependencia, ni jardines de infancia, ni todo el resto del programa. Tendremos más cosas en común con CSQP o con la CUP o con algunos diputados de Junts pel Sí.

¿Ve a Artur Mas de presidente? Junts pel Sí y la CUP tienen dos meses para negociar. Pero no me imagino al president del Govern "business-friendly" pactando con los anticapitalistas. Artur Mas, en el programa de govern que presentó en la segunda parte de su primer discurso de investidura, conté que enumeró hasta 23 leyes que son una suma del programa de Convergència y Esquerra con las cuales dudo que la CUP pueda estar de acuerdo. Pero más que la investidura lo me preocupa es la parálisis de gobierno. Se tienen que hacer presupuestos y se tienen que aprobar leyes porque hay que sacar adelante al país.

Miquel Iceta dijo en el debate de esta resolución que si el Estado tomaba medidas contra sus impulsores no tendrían la solidaridad de los socialistas catalanes. ¿Contempla la opción de que los senadores del PSC deban votar a favor de la suspensión de la autonomía? Primero tenemos que ver si todo eso de la resolución es gesticulación o no. Esta semana se ha publicado en el DOGC la resolución de un recurso de inconstitucionalidad que da la razón al Estado. Veremos si se lo saltan o no. No me quiero plantear ningún escenario en que se salten líneas. Quiero pensar que tenemos un gobierno responsable aunque esté en funciones y una presidenta del Parlament responsable. No quiero pensar que se cometerán más errores ni mirar más pantallas hacia adelante.