"El Govern no es monolítico, pero sí expresa su lealtad para seguir trabajando juntos". De esta manera se ha pronunciado la consellera de Presidència, Meritxell Budó, después de la primera reunión del ejecutivo posterior a la constitución de los Ayuntamientos el sábado pasado, cuando se constataron los choques entre los socios de gabinete en diferentes consistorios catalanes. "Nos hemos conjurado en seguir trabajando desde la lealtad", ha asegurado la consellera.

Las diferencias entre JxCat y ERC estallaron este sábado en diferentes consistorios. De hecho, JxCat puso cifra: denunció que Esquerra había pactado con el PSC y otras fuerzas para descabalgarlos de consistorios dónde habían ganado, mientras Junts había hecho lo mismo a los republicanos en 7 Ayuntamientos. Para el grupo de Carles Puigdemont resultaron especialmente dolorosos los casos de Sant Cugat, Tàrrega y Figueres, donde sus candidatos fueron apartados a pesar de haber ganado con claridad los comicios.

Budó ha asegurado que el Govern sigue apostando por la unidad estratégica que ha reclamado al president, Quim Torra, y que la nueva "voluntad para el día a día" es el compromiso de lealtad entre los socios del ejecutivo.

En cualquier caso, y a pesar de las reiteradas preguntas en este sentido, la portavoz del Govern no ha concretado de qué manera el ejecutivo materializará esta voluntad.