El Govern y el Parlament se han volcado hoy con los presos políticos, coincidiendo con el traslado de Oriol Junqueras, Raül Romeva, Jordi Sànchez, Jordi Cuixart, Carme Forcadell y Dolors Bassa a centros penitenciarios catalanes. El apoyo ha sido contundente.

La llegada de los presos políticos a Catalunya -a falta del traslado de Josep Rull, Jordi Turull y Joaquim Forn- no ha sido sin embargo ninguna celebración, sino una jornada rellena de gestos reivindicativos. El president Quim Torra y un gran número de consellers han acudido a Lladoners (Bages), y el president del Parlament, Roger Torrent, ha ido a Figueres al centro de Puig de les Basses (Alt Empordà), donde también han estado presentes numerosos diputados. En todos los discursos se ha reclamado la libertad de los presos. Algunos lo han vinculado públicamente a la materialización de la República, como la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie.

El soberanismo ha subido un peldaño de la escalera con la llegada de los presos políticos. Mientras en el Parlament JxCat y ERC pactaban con la CUP una moción que se votará mañana jueves para reiterar los "objetivos políticos" de la República, en las manifestaciones convocadas a las puertas de las dos cárceles reaparecían las estelades, después de meses en que habían cedido casi todo el protagonismo al color amarillo. Son indicios. Y todo ello se produce antes de que el lunes Torra se reúna en la Moncloa con el presidente español, Pedro Sánchez, en un encuentro donde el mandatario catalán planteará la autodeterminación.

Los presos políticos siguen privados de libertad, pero con el traslado a Catalunya se mueven algunas piezas del tablero, y la política catalana gana capacidad de movimiento. Es eso lo que se ha empezado a dibujarse hoy. Un dato: Junqueras, Romeva, Sànchez y Cuixart no han llegado a Lledoners en furgón policial, sino en dos furgonetas Volkswagen sin ningún distintivo policial, escoltadas por dos vehículos de los Mossos. En el caso de Carme Forcadell y Dolors Bassa no pudo ser igual, porque el viaje fue directo desde Madrid con vehículos de la Guardia Civil.

El recibimiento de los presos políticos ha tenido un impacto político en Catalunya que trascendido al independentismo, y también se han visto miembros de los comuns, como el teniente de alcalde de Barcelona Jaume Asens, que recientemente visitó a Junqueras acompañando al líder de Podemos, Pablo Iglesias. También ha estado presente el expresidente Artur Mas, desde hace meses retirado del día a día político.

El traslado de los presos políticos ha quedaro enrarecido por el incidente que se produjo ayer miércoles en la prisión de Zuera (Zaragoza), donde hizo parada el convoy de Junqueras, Romeva y los Jordis, cuando por la megafonía del centro se gritó "Viva España" en varias ocasiones.