Pere Aragonès fregó el aprobado, con una valoración de 4,9 sobre 10, en el último Barómetro de Opinión Política (BOP) del CEO publicado antes de la convocatoria electoral del 12-M. Una puntuación próxima a la media (5,2) de las obtenidas por los presidents de la Generalitat en el mismo contexto preelectoral desde 1999. En concreto, Aragonès acaba el mandato con mejor valoración que José Montilla (4,6), Artur Mas -en su segundo mandato (4,3)-, y Quim Torra (4,1), el peor valorado de todos. Jordi Pujol (6,9), Pasqual Maragall (5,3), Mas -al final de su primer mandato (5,8)- y Carles Puigdemont (5,1) son los que han aprobado justo antes de unos comicios. Por otra parte, el ejecutivo de Aragonès es el tercero peor valorado del último cuarto de siglo (4,3).

El llamado 'índice de aprobación de los líderes políticos' que contiene cada Barómetro recoge las valoraciones de varios políticos en activo, incluida la figura del presidente. La ACN ha comparado las puntuaciones obtenidas por los presidentes y también por la acción de Gobierno en los últimos Barómetros publicados inmediatamente antes de una convocatoria de elecciones en el Parlamento, desde que existe esta encuesta, con un aprobado justo por término medio en las valoraciones obtenidas por los presidents Pasqual Maragall, José Montilla, Artur Mas, Carles Puigdemont, Quim Torra y Pere Aragonès, y sus ejecutivos. En el caso del president Pujol, dejó el cargo antes de la creación del Centro de Estudios de Opinión, y sus valoraciones se han extraído de dos estudios de opinión elaborados también desde la Generalitat y recogidos en el Registro Público de Encuestas y Estudios de Opinión (REO).

Pujol, el mejor valorado con un 6,9

No obstante, ha habido jefes del ejecutivo más y menos bien valoradas por los encuestados al final de sus respectivos mandatos. En un sitio destacado está Jordi Pujol como el mejor valorado de todos. Antes de las elecciones de octubre de 1999, Pujol obtuvo un 6,9 y su Govern era valorado con un 6,4. Y en su último año de mandato, antes de las elecciones del año 2003, a las cuales ya no se presentó, la ciudadanía le dio a un 6,2 de nota media, y un 6 en la acción de su gobierno.

Artur Mas es el segundo president mejor valorado en vísperas de unos comicios, con un 5,8, antes de las elecciones de noviembre de 2012, convocadas de forma anticipada después del fracaso del pacto fiscal con el presidente español Mariano Rajoy. No obstante, la acción de su Govern durante el último año solo acarició el aprobado con un 4,9.

Pasqual Maragall obtuvo un 5,3 antes de las elecciones de noviembre de 2006, unos comicios en los cuales el president ya no concurrió y que darían paso al segundo gobierno tripartito, con José Montilla como nuevo jefe del ejecutivo. Además, la acción de su gobierno durante el último año de mandato fue valorada con un 5,5, la nota más alta que ha sacado a un ejecutivo desde entonces.

El tercer president que ha superado el aprobado antes de cerrar legislatura es Carles Puigdemont, que fue valorado con un 5,1 (en cambio, la acción de su gobierno suspendía con un 4,7). Aquel Barómetro del CEO se publicó al inicio del convulso otoño del 2017, poco antes del referéndum, de la declaración de independencia y del exilio de parte de su Govern en el exilio. La convocatoria electoral fue el 21 de diciembre de aquel año directamente por el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en aplicación del artículo 155 de la Constitución.

Torra, el peor valorado

Quim Torra obtuvo la peor puntuación, un 4,1, a las puertas de los comicios del 14 de febrero del 2021, marcados por la crisis de la covid-19 y por la inhabilitación del presidente (en septiembre de 2020) por un delito de desobediencia. El Barómetro se publicó, precisamente, el mes de noviembre de 2020. La acción de Govern de Torra suspendió, también, con un 3,8; la peor valoración de un ejecutivo en el último BOP antes de unas elecciones en el Parlamento.

Mas, de aprobado alto a suspendido

Artur Mas es el segundo presidente que ha obtenido una mejor valoración (5,8) antes de unas elecciones en el Parlameno. No obstante, entre el 2012 y el 2015 su valoración decayó. Poco antes de las elecciones "plebiscitarias" que el presidente convocó el 27 de septiembre del 2015, después de la prohibición de la consulta del 9-N, Mas obtenía un 4,3, y también la acción reciente de su gobierno perdía apoyo a las encuestas, con un 4,1 (en el 2012 había obtenido un 4,9).

Por último, el president José Montilla obtuvo al final de su mandato de cuatro años un 4,6. El suyo es el único caso de un president que suspende mientras la acción de su gobierno (en el último año de legislatura) recibe el aprobado. En concreto, y según otra encuesta del CEO (el Barómetro no preguntaba todavía por la valoración de la acción de gobierno), el ejecutivo presidido por el socialista fue puntuado con un 5,4, la segunda mejor nota después del 5,5 del gobierno de Maragall. De hecho, el ejecutivo presidido por el socialista ha sido el último que ha superado la barrera del 5 en vísperas de una convocatoria electoral; desde entonces, todos han suspendido.