El Govern ha anunciado la puesta en marcha de una empresa pública de energía de Catalunya. El presidente Pere Aragonès ha comunicado que el próximo 4 de octubre el Govern aprobará la creación de la energética pública. "Avanzamos con determinación hacia un modelo energético más verde, democrático y soberano. Es una prioridad para el Govern y una medida primordial para hacer frente al cambio climático", ha manifestado el presidente de la Generalitat. Lo ha revelado Aragonès en declaraciones conjuntas con la consellera d'Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural, Teresa Jordà, en el marco de la Climate Week en Nueva York.

Sobre la creación de esta empresa pública de energía, Aragonès ha asegurado que no lo hacen para "contentar" ninguna formación política - en referencia a la CUP- o para cumplir con un expediente del plan de gobierno. "La impulsamos porque, por una parte, es buena para la ciudadanía, y de la otra, es necesaria para el país. Es una pieza fundamental de nuestro compromiso con los retos globales del planeta, como es la lucha contra el cambio climático", ha concluido al presidente de Catalunya. Aparte de esperar el apoyo de los anticapitalistas a la nueva energética pública, Aragonès ha asegurado que siguen trabajando con "toda la confianza y complicidad" para "culminar" un acuerdo de presupuestos que "si puede ser" incorpore la CUP.

Paneles solares en el 2023

Sobre una de las medidas que se impulsan en paralelo a la creación de la energética pública, Aragonès ha señalado que para el 2023 "queremos dar un salto hacia adelante con respecto a la instalación de paneles solares en los tejados de los edificios institucionales de la Generalitat de Catalunya. Esta, seguramente, será una de las actuaciones más visibles", ha definido la efe del ejecutivo catalana. Las consecuencias de esta instalación de placas fotovoltaicas, según ha subrayado al político, "se verán en el impacto directo con respecto al ahorro. Un ahorro importante en la factura energética de la Generalitat de Catalunya".

Las razones por las cuales ha conducido el Govern a tomar esta decisión son, entre otros, el aumento del uso de energía que ha crecido un 9% en el último año en la factura del ejecutivo y, además, se ha doblado el coste. "Vemos cómo evoluciona el conjunto del mercado y los precios a niveles global que tienen un impacto muy directo en empresas y ciudadanos", ha concluido Pere Aragonès. La medida que se propulsará el año entrante, afectará gran parte de los más de cinco millones de metros cuadrados de los 1.542 edificios propiedad de la Generalitat, y de los más de un millón de metros cuadrados de sol no urbanizado. "Pondremos todo el patrimonio público inmobiliario de la Generalitat al servicio de la lucha contra el cambio climático y para mejorar la eficiencia energética de los servicios públicos", ha enfatizado al presidente.

"Estamos retrasados"

La nueva empresa pública de energía también gestionará las centrales hidroeléctricas a medida que vayan agotando sus concesiones actuales. En este sentido, el Departamento de Acción Climática liderado por Teresa Jordà ya anunció a finales de mayo el inicio del expediente para recuperar la gestión de las tres primeras centrales hidroeléctricas: Can Trinxet, Cúbia y Vilana. La consellera d'Acció Climàtica ha admitido que se tienen que poner las pilas en esta materia. En declaraciones a RAC1 ha reconocido que "no estamos a la cola, pero sí que estamos retrasados. Venimos de una década de una especulación increíble y lo que hemos hecho es romper esta burbuja", ha remarcado Jordà.