Tanto desde el Govern como algunas voces de la CUP están intentando rebajar la tensión provocada las últimas horas por la detención de los responsables de quemar fotografías del rey Felipe VI en la pasada Diada del Onze de Setembre y por la aparición esta mañana de pintadas amenazadoras en sedes barcelonesas del PDECat.

El president, Carles Puigdemont, ha subrayado en una entrevista en RNE que esta situación no tiene "nada que ver" con el debate de los presupuestos y su desarrollo no se verá afectado. El president ha defendido el trabajo del conseller de Interior, Jordi Jané, del cual los cupaires reclaman la dimisión. "Sólo hay motivos para estar al lado del conseller y de los Mossos, que no hacen nada más que cumplir con su trabajo", ha asegurado.

No pasa nada por quemar una fotografía

Al mismo tiempo, sin embargo, ha insistido en defender el derecho "a la libertad de expresión y a la no criminalización de las personas para hacer uso de este derecho". "No tiene que pasar nada porque alguien queme una fotografía o rompa una bandera, la que sea, eso en las mejores democracias, en las más sólidas y que tienen confianza en sí mismas, no pasa", ha advertido.

Precisamente, uno de los reproches de los cupaires es que fueron los Mossos los que habrían instado la Fiscalía de la Audiencia a abrir diligencias por quemar fotos del Rey.

El president no ha sido la única voz del Govern que ha salido a intentar rebajar la tensión. El conseller de Justicia, Carles Mundó, ha advertido también esta mañana en través de las redes de los efectos de cargar sobre el conseller la responsabilidad por la situación.

Solidaridad entre independentistas

Las pintadas contra el PDECat no han hecho más que empeorar la tensión, hasta el punto que el diputado de la CUP Albert Botran ha querido lanzar a través de las redes un llamamiento a priorizar la "solidaridad entre independentistas".