A pesar de la relevancia que ha tenido el proceso independentista catalán en los últimos dos años tanto en el ámbito del Estado español como en la esfera internacional, el Instituto Cervantes solo ha celebrado una actividad relacionada con este tema. Este es el nulo interés de esta institución que el mismo Gobierno ha reconocido este viernes en una respuesta al diputado de EH Bildu en el Congreso Jon Iñarritu.

El dirigente abertzale había preguntado al Ejecutivo español encabezado por Pedro Sánchez cuántas actividades había hecho el Instituto Cervantes relacionadas con Catalunya, quiénes habían sido los ponentes y cuál había sido su coste. Ante la casi nula actividad de la institución, la Moncloa se ha excusado de esta forma: "En sus actividades, el Instituto Cervantes atiende fundamentalmente al patrimonio lingüístico y cultural que es común en los países y pueblos de la comunidad hispanohablante".

No obstante, el mismo Ejecutivo ha reconocido en su respuesta que el Instituto Cervantes fue creado también para "contribuir a la difusión de las culturas hispánicas en el exterior".

Con respecto a la identidad de los ponentes, el Gobierno ha asegurado que "ni la charla, ni los ponentes, ni la moderadora que participaron en el acto tienen ninguna adscripción ideológica, teniendo sólo la intención de analizar la evolución de la Comunidad Autónoma de Catalunya."

Ahora bien, uno de los tres ponentes es el Dr. Wilhelm Hofmeister, Director de la Fundación Konrad Adenauer, quien se mostró públicamente contrario a la libertad del president Carles Puigdemont decretada por el Tribunal alemán de Schleswig-Holstein. "Cuando los historiadores describan en el futuro el declive de la Unión Europea encontrarán su origen en el comportamiento en Alemania ante el separatismo catalán", dijo.

Pero por si las moscas, el mismo Gobierno se ha apresurado a aclarar que "ellos mismos explicaron que un investigador estudia -a diferencia del público o de los partidos- todas las partes y componentes de un problema y no necesita tener delante en el debate uno a favor o en contra de nada para que su trabajo sea académicamente ecuánime".

Por último, Moncloa ha detallado que el hotel de los tres ponentes tuvo un coste para el Instituto Cervantes de 282 euros; el desplazamiento, 250 euros; y los honorarios de moderadora, 200 euros.