La reforma laboral se aprobó la semana pasada en el Congreso de los Diputados: gracias al voto por error de un diputado del PP por Cáceres que salvó el transfuguismo de los dos parlamentarios de Unión del Pueblo Navarro. Sin este voto por error, la que habría sido derogada sería la reforma laboral de Yolanda Díaz, no la del PP. Entre los socios habituales de la legislatura, como ERC o el PNV, hay desconcierto ante el intento de forjar mayorías alternativas. Pero desde La Moncloa no se mueven de su guion: no ven afectada la relación con los republicanos y no descartan ninguna posible mayoría en el Congreso de los Diputados. "Ley a ley", resumen fuentes del ejecutivo central.

Una vez superada la reforma laboral, por delante todavía habrá importantes iniciativas. Una de ellas es la nueva ley de memoria democrática, que los republicanos también consideran insuficiente y ante la cual han presentado una enmienda a la totalidad de texto alternativo. Pero también otras reformas económicas, vinculadas a los compromisos con Bruselas, como lo relativo al régimen de autónomos.

Pero desde La Moncloa no ven piedras en del camino. Fuentes del Gobierno sacan pecho de su "habilidad negociadora" y remarcan que, si no fuera por el transfuguismo de UPN, la reforma laboral contaba con mayoría absoluta. De la misma manera, estas mismas fuentes también descartan que la relación con ERC se haya visto afectada y aseguran que "no habrá secuelas". Al contrario, apuntan, "ellos han visto el precipicio" en la votación de la semana pasada.

En términos parecidos se ha pronunciado, después del Consejo de Ministros de este martes, la portavoz Isabel Rodríguez, que ha defendido que el diálogo ha sido y es la "seña de identidad del ejecutivo central" y que le ha permitido llegar a grandes acuerdos, tanto en el Congreso de los Diputados como en la mesa de diálogo con los sindicatos y la patronal.

A la dirigente socialista se le ha preguntado en varias ocasiones si renuncia a la geometría parlamentaria después de lo que pasó la semana pasada, y ha insistido en que su objetivo es "convocar a todas las fuerzas" para tirar adelante las diferentes iniciativas legislativas en la segunda mitad de la legislatura. En ningún caso quieren renunciar a mayorías alternativas si, por el motivo que sea, no disponen del voto de socios habituales como ERC, el PNV o EH Bildu.

Podemos presiona

Después de los momentos "desagradables" --en palabras de ERC-- vividos durante estas semanas, todas las fuerzas de la mayoría de la investidura se han conjugado para rehacer los puentes. Lo aseguraban la semana pasada tanto desde el PSOE y Unidas Podemos como desde de ERC, el PNV y EH Bildu. "Tendremos que dejar pasar los días y volver a hablar. La alternativa es la que es", admitía, entre pasillos, un diputado republicano el mismo jueves del choque vivido en la cámara baja.