El Gobierno ha decidido este martes enfrentarse de manera contundente contra la Operación Catalunya. "Es uno de los casos más graves de corrupción política de la democracia", ha asegurado la portavoz del ejecutivo de PSOE y Podemos, Isabel Rodríguez. Preguntada por las nuevas informaciones sobre el funcionamiento de las cloacas del Estado, la también ministra de Política Territorial ha instado al PP a expulsar a Jorge Fernández Díaz del partido, y ha recordado que la Fiscalía pide 15 años de prisión para el exministro del Interior por el caso Kitchen.

"Estos tipos de conductas no son admisibles y hay que demostrar absoluta condena y un rechazo de forma contundente", ha manifestado Rodríguez en el mismo día que se ha publicado que la Operación Catalunya empezó a cocinarse en el despacho de Fernández Díaz al día siguiente de la manifestación multitudinaria de la Diada del 2012. Según la ministra, una operación fundamentada en "utilizar los medios del Estado y sus mecanismos de seguridad para tapar los casos de corrupción" del PP "daña el Estado y a la democracia". No obstante, ha reiterado que desde La Moncloa se confía en que la justicia española pueda tratar este tema.

Las declaraciones de la ministra Isabel Rodríguez han llegado minutos más tarde de que la Mesa del Congreso de los Diputados haya abierto plazo hasta el 21 de marzo para que los grupos parlamentarios designen a sus portavoces y representantes en la comisión de investigación de la Operación Catalunya. Es decir, que la cámara baja ha pulsado el acelerador para investigar el caso. Hay que decir, sin embargo, que el PSOE ha reivindicado esta maniobra asegurando que ahora se podrán investigar en el Congreso los entramados de la Operación Kitchen. De hecho, los socialistas se reservaron el pasado septiembre —cuándo se aprobó la creación de esta comisión— el derecho a incluir asuntos sobre la Kitchen dentro de la comisión de la Operación Catalunya.

Jorge Fernández Díaz decidió al día siguiente de la histórica manifestación independentista del Once de Septiembre del 2012 actuar y ponerse manos a la obra contra el movimiento. Dos semanas más tarde, el 27 de septiembre, el excomisario José Manuel Villarejo se reunió en una comida con Eugenio Pino, exdirector adjunto de la Policía  (DAO) y condenado en 2022 por intentar adulterar el Caso Pujol en el marco de esta operación. También participó de este encuentro Agustín Linares, en lo referente al Cuerpo Nacional de la Policía y mentor de Villarejo. En los audios de aquella reunión, los tres comentan con preocupación el escenario político en Catalunya, la manifestación del 11-S y la reunión sin éxito entre Rajoy y el presidente Artur Mas. En la conversación, se plantean hacer "alguna cosa" ante el nuevo escenario y la "indefensión", dicen, del Gobierno.

En aquel momento, la operación se bautizó como "Proyecto Barna", pero evolucionó a la Operación Catalunya. A partir de finales de septiembre y después de la comida de Villarejo con Pino y Linares se empezaron a generar informes y organizar encuentros con "voluntarios" para luchar contra el procés, que justo empezaba. Las agendas del excomisario también van en la misma línea: el 10 de octubre aparecen las primeras referencias a la operación: una conversación con Pino y otra con Francisco Martínez, la mano derecha de Jorge Fernández Díaz en Interior.