El Gobierno está dispuesto a vetar cualquier vía para que Carles Puigdemont pueda ser president escogido por el Parlament y recurrirá la ley de Presidencia para impedir "todo fraude de ley". La cuestión es que fuentes de la Moncloa no descartan que el recurso sea "preventivo o posterior", es decir, tanto recurrir el orden del día del pleno apercibiendo a la Mesa, o hacerlo una vez se haya aprobado esa legislación. En cualquier caso, el ejecutivo ve las "puertas cerradas completamente", según el portavoz Íñigo Méndez de Vigo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

"Si lo dice el Tribunal Constitucional y el Consejo de Garantías Estatutarias, se tienen que acomodar", ha zanjado De Vigo, después de que el TC admitiera a trámite el recurso de hace tres meses donde se impedía una investidura a distancia. La cuestión es que en esta ocasión, el tribunal advierte, además, al presidente del Parlament, Roger Torrent, y a toda la Mesa de "su deber de impedir o paralizar cualquier iniciativa que suponga ignorar o eludir la suspensión acordada". Es decir, que eso abre la puerta a un recurso previo a la convocatoria del pleno de investidura y responsabilidades penales.

Ante ese escenario, De Vigo lo ha tildado de "ciencia-ficción" y ha dicho que no entraba "en ninguna cabeza humana" ver a Puigdemont de presidente por los condicionantes materiales. "Vuelvan al realismo, pueden salir de una situación excepcional para volver a la normalidad", ha denunciado al respecto. El ministro ha cargado duramente contra uno "huido de la Justicia", que vive a "2.000 o 3.000 kilómetros" y que por lo tanto, decía que no podría someterse "al control del Parlament, estar en su despacho, inaugurar obras", en tanto que el cargo es de "máxima autoridad" de Catalunya.

Así las cosas, en la Moncloa no quieren elecciones. "Nadie las quiere", dicen fuentes gubernamentales. La prueba es que Mariano Rajoy descartó esta semana recurrir los votos delegados de Puigdemont y Toni Comín, que precisamente, daban la mayoría para un presidente en la segunda vuelta de la investidura. El hecho es que el PNV los emplazó a un diálogo, a cambio de ayudar al Partido Popular a superar el primer trámite de enmiendas a la totalidad para los presupuestos, a pesar del 155. Fuentes del ejecutivo no descartan, sin embargo, que haya elecciones repetidas.