Junts ha dejado claro que su voluntad habría sido contar con la CUP para sacar adelante los presupuestos. No obstante, después de escuchar la intervención de la cupaire Eulàlia Reguant, el conseller de Economía, Jaume Giró, ha aprovechado su intervención en el pleno del Parlament para replicar a los reproches que ha dedicado la CUP al Govern y al proyecto de presupuestos.

Entre otras cuestiones, Giró ha salido al paso de la acusación que el Govern no es lo bastante soberanista, que es la extensión de la sociovergencia y que ha hecho unos presupuestos continuistas. El conseller ha advertido que nadie puede acusar a ERC y a Junts de ser poco soberanistas. "No sé si hay algún otro partido en este Parlament con tantos miembros que defendiendo pacífica y democráticamente el derecho del país a la autodeterminación hayan puesto en juego y hayan perdido su libertad, su patrimonio, su domicilio y su capacidad de representar políticamente este país", ha advertido.

 

Ha insistido en que si han puesto por delante de cualquier otro grupo la negociación con la CUP es para impulsar la apuesta por la aspiración soberanista; ha advertido que la sociovergencia no existe, porque implosionó con el procés; y ha concluido que unos presupuestos tienen que ser continuistas con las cuentas que los han precedido. "Los presupuestos no son una palanca para la revolución, sino un instrumento para la mejora", ha advertido.

Papelera de la historia

El conseller ha reprochado que con la enmienda a la totalidad, los cupaires, utilizando una expresión de Trotsky, envían a la papelera de la historia los presupuestos del Govern al igual que en el 2017 enviaron Artur Mas.

"El primer mandamiento de la sostenibilidad es no tirar nada que funcione -ha advertido. Quizás en vez de enviar tantas cosas a la papelera de la historia tendrían que aprovecharlas o mejorarlas que es lo que hacen los políticos que además de convicciones tienen también responsabilidades".

 

El conseller ha advertido finalmente a la CUP que negociar significa "ser consciente de la representatividad con que cada uno se sienta en la mesa de negociación y reconocer que el resultado del diálogo tendrá que quedar enmarcado, necesariamente, en el modelo de país que por mayoría hayan votado a los ciudadanos".

 

En la imagen principal, el conseller Jaume Giró durante su intervención al pleno / Montse Giralt