La renuncia de Albert Ballesta a la alcaldía de Girona, que el propio alcalde tiene previsto confirmar este mediodía, propiciará que esta ciudad haya tenido tres alcaldes en el corto periodo de dos meses, después de que Carles Puigdemont renunciara para acceder a la presidencia de la Generalitat. El mandato de Ballesta a duras penas habrá llegado a la cincuentena de días, bastante convulsos por su llegada al cargo y la exploración de un pacto con Ciudadanos que finalmente no se materializó. Marta Madrenas, actual segunda teniente de alcalde, asumirá la alcaldía.

Carles Puigdemont renunció formalmente a la alcaldía en un pleno de urgencia el lunes 11 de enero, una vez se formalizó durante el fin de semana el acuerdo entre Junts pel Sí y la CUP por el cual Artur Mas daba un paso al lado y se confirmaba el nombre de Puigdemont como president de la Generalitat.

A pesar de la euforia del pacto que permitía continuar con el proceso soberanista, la sucesión a la alcaldía llegó con polémica, ya que el nombre escogido, Albert Ballesta, fue una sorpresa, ya que se trataba de una persona que ni siquiera era concejal. De hecho Ballesta fue en las listas de CiU como número 19, por lo tanto no resultó escogido y para llegar a la alcaldía se tuvieron que suceder las renuncias de todas las personas que lo precedían a la lista.

Jura el cargo dos veces

A pesar de todo, Ballesta juró el cargo de alcalde el 22 de enero, y otra vez unos días después, porque en la primera ocasión lo hizo mal y lo tuvo que repetir. La polémica lo acompañaría durante su mandato, porque muy pronto llegó a un principio de acuerdo con Ciudadanos y PP por el cual se resolvía el cartapacio municipal, pero también otros aspectos como el mismo sueldo del alcalde.

Este pacto sin embargo, fracasó cuando los concejales de C's prefirieron retirarse, sorpresivamente, por unas declaraciones de tono soberanista procedentes de las filas convergentes. En esta situación, Ballesta no pudo sacar adelante el acuerdo, que el PP quería mantener, y tampoco salió adelante para llegar a acuerdos con ERC.

Por todo ello, Ballesta reconoció sus errores, en una comparecencia por la cual defendió no ser “una persona pesetera” e insistiendo en que abría un periodo de reflexión, pero al mismo tiempo descartando la posibilidad de renunciar.

El final del camino llega este lunes, cuando Ballesta aborda la situación con Carles Puigdemont y acuerda formalizar la dimisión. Asumirá el gobierno de la ciudad Marta Madrenas, actualmente segunda teniente de alcalde y responsable del área de urbanismo, que durante el relevo de Puigdemont ya se había apuntado como uno de los nombres con más posibilidades para encabezar el consistorio.