El eurodiputado Francesc Gambús se marcha de Unió. El cargo institucional más importante de los democristianos ha decidido solicitar su baja como militante, decepcionado con las “resistencias” de un reducto del partido a una regeneración interna, si bien ha asegurado que mantendrá su escaño en el Parlamento Europeo.

Después de 22 años en el partido, con dos fracasos electorales seguidos, Gambús dice haber constatado que hay gente que dijo que se apartaba de la dirección, pero que en la práctica “quiere seguir condicionando la vida de Unió y desmontando los procesos que tenían que potenciar la transparencia”. Señala directamente a Josep Sánchez Llibre y a Manel Silva, dos de los más estrechos colaboradores de Josep Antoni Duran y Lleida, que en una reciente asamblea en Barcelona consiguieron desbancar la lista del jefe de la oficina parlamentaria del eurodiputado.

La crisis se ahonda, meses antes del congreso que la formación tiene que celebrar en otoño, con una deuda que asciende a más de 19 millones de euros y en situación de preconcurso de acreedores. Con todo, afirma, en declaraciones a Efe, que “veo un partido cada vez más estrecho, donde la agenda nacional queda relegada, y la agenda social también".

Futuro

Gambús dice no querer hacer más daño. Se va, reivindica, para “no generar un conflicto interno que sería letal”, porque “yo no entré en política para pelearme con los míos a cada momento”. Lo hace, también, en un momento en que desde la dirección se plantea la presentación de lista en la repetición de las elecciones generales.

"Aunque deje el carnet, me seguiré considerando un eurodiputado independiente por Unió. Mis ideales no cambian, sigo suscribiendo hasta la última letra del programa electoral con el cual me presenté a las elecciones europeas de 2014 y tengo un compromiso con la ciudadanía que nos votó, pero no quiero sentirme responsable de lo que haga el partido a partir de ahora", ha argumentado.