Joaquim Forn volverá este viernes al Ayuntamiento de Barcelona. Lo hará después de que el Tribunal Supremo le autorizó el martes a tomar posesión de su cargo de concejal y a cumplir los trámites previos que marca la legislación. Volverá custodiado por los Mossos desde el centro penitenciario de Brians 2, cuando todavía no han pasado dos años desde que abandonó el consistorio para asumir la conselleria de Interior.

Los magistrados del Supremo han fijado de manera muy clara las condiciones en que se enmarca su salida, que "se circunscribe, de forma exclusiva, a la presentación de los documentos precisos ante el registro de la corporación y a su asistencia al acto de constitución de la corporación". "Acompañado, claro está, de las medidas que garanticen su seguridad y el retorno al centro penitenciario de origen, sin aplazamiento ni dilación, el día 15", se advierte.

La primera visita al Ayuntamiento será, pues, el viernes y el objetivo será cumplimentar los trámites ante el registro. No habrá prensa en el recorrido del nuevo concejal por el edificio ni a la hora de formalizar los trámites. Justo, la imagen de la entrada y la salida del vehículo al edificio. Los Mossos i la Guàrdia Urbana se encargan del dispositivo de seguridad. La voluntad es rodear que esta primera cita de la máxima discreción posible. 

El sábado, sin embargo, será diferente. Forn llegará al consistorio, custodiado por la policía igual que viernes, y será conducido en una sala donde se podrá cambiar y reunirse con sus compañeros de grupo. A las 17 horas participará en el plenario en el Saló de Cent. Forn accederá directamente desde la sala donde habrá esperado. No habrá, por lo tanto periodistas ni fotógrafos que puedan captar imágenes del concejal deambulando por los pasillos del Ayuntamiento.

Una vez en el saló de Cent, el acto empezará con la constitución de la Mesa de edad, que integran al concejal más edad y el más joven del nuevo consistorio. Ernest Maragall, es el concejal de más edad, pero no formará parte de esta primera Mesa por una norma no escrita que excluye a los candidatos a la alcaldía. El lugar del concejal mayor lo ocupará el exalcalde del Hospitalet, Celestino Corbacho, miembro del grupo de Ciudadanos que encabeza Manuel Valls. El concejal más joven será el republicano Max Zañartu, de 23 años.

Forn podrá hacer la promesa del cargo y podrá participar en la votación para escoger al alcalde. Será una única votación. Si ningún candidato obtiene 21 votos, se designará alcalde al número uno de la lista más votada, es decir, Ernest Maragall.

Acto seguido habrá un breve turno de palabra para cada uno de los grupos. De más pequeño a más grande. Forn intervendrá en nombre de JxCat. El último en tomar la palabra será el nuevo alcalde y lo hará sin límite de tiempo. Este acto se cierra con la fotografía oficial de todos los miembros del consistorio.

Una vez acabe la constitución y toma de posesión del nuevo alcalde, Forn se tendrá que marchar y los Mossos se encargarán de custodiarlo de vuelta en el centro penitenciario.

Lo que no hará el nuevo concejal es participar en el resto de liturgia que tradicionalmente acompaña la composición del nuevo consistorio barcelonés como, por ejemplo, cruzar con el resto de concejales la plaça Sant Jaume para saludar al president de la Generalitat, Quim Torra.