La presidenta del Parlament de Catalunya, Carme Forcadell, y la secretaria primera de la Mesa, Anna Simó, afrontan su declaración ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) con "absoluta tranquilidad". Forcadell considera que el juicio abierto por un supuesto delito de desobediencia al Tribunal Constitucional es "político" y ha hecho un llamamiento a la gente para que se movilice con el fin de poder culminar el procés con éxito.

"La movilización será clave a partir de ahora para todo el desarrollo del final de los compromisos adquiridos para poder celebrar el referéndum, no solo por los diputados de Junts pel Sí y la CUP, sino también por Catalunya Sí Que es Pot", ha destacado Simó en una entrevista en el 3/24. En esta misma línea, la presidenta de la cámara ha tildado la capacidad de movilización de los catalanes de "tanto o más clave que la actitud que tenga el poder ejecutivo" para conseguir convocar y celebrar el referéndum.

Según Forcadell, el juicio que se iniciará mañana en el TSJC por haber permitido debatir y votar las resoluciones tumbadas por el TC está vulnerando los derechos parlamentarios de los miembros de la Mesa. Así, las dos diputadas de Junts pel Sí han apelado a la legalidad internacional y a los principios de la separación de poderes y de la inviolabilidad parlamentaria. "Esto se vulnera de entrada con este juicio", ha afirmado Simó.

Sobre este último concepto, que será el eje principal sobre el cual pivotará la defensa de los querellados -también de Nuet, Corominas y Barrufet-, ha remarcado que "no es un privilegio", sino que se trata de una garantía para que los diputados puedan opinar y votar libremente. "Es un derecho reconocido en la legislación internacional", ha destacado la secretaria primera, quien ha confesado que será la primera vez que entra en un juzgado.