La expresidenta del Parlament Carme Forcadell podrá salir de la prisión de mujeres de Wad-Ras hasta cinco días por semana durante 12 horas en aplicación del artículo 100.2, dos días y tres horas diarias más que el permiso que tenía en la prisión de Mas d'Enric, en Tarragona.

Así lo ha decidido la junta de tratamiento del centro pentitenciari barcelonés, que ha acordado que las salidas para hacer voluntariado se podrán hacer cinco días a la semana, según ha informado la Secretaria de  Mesures Penals, Reinserció i Atenció a la Víctima.

Desde el Departament de Justicia justifican la ampliación porque la anterior previsión es imposible de cumplir después del traslado de Forcadell a Barcelona. Actualmente, Forcadell está clasificada en segundo grado.

Tres prisiones en dos años y tres meses

El Tribunal Supremo ordenó la entrada en prisión de Forcadell el 23 de marzo del 2018. Desde entonces la expresidenta del Parlament ha estado en prisión preventiva primero en Alcalá Meco, Madrid, y después en el centro penitenciario de Mas d'Enric, en el Catllar, Tarragona, donde empezó a cumplir la sentencia de once años y medio de prisión dictada también por el Supremo.

El lunes el centro tarraconense aprobó el traslado de Forcadell en Barcelona "por razones de vinculación familiar", según informó la secretaria de  Mesures Penals, Reinserció i Atenció a la Víctima de la Generalitat. El traslado fue discreto y a primera hora de la mañana.

Forcadell salió por primera vez de la prisión el 17 de febrero, en aplicación del 100.2, para cumplir con el voluntariado y para cuidar de un familiar, pero con el confinamiento impuesto por la pandemia del coronavirus las salidas se tuvieron que interrumpir dos meses, hasta el pasado 13 de mayo.

Carme Forcadell hace 819 días que está en prisión, más de los que ejerció como presidenta del Parlament, que son 814, tal como ella misma recordaba en un tuit la semana pasada: "Mañana hará 814 días que estoy en prisión, los mismos que fui presidenta del Parlament. Defenderé siempre la libertad de expresión. El único límite es el respeto a los derechos humanos", decía en su cuenta de Twitter.