El Tribunal Constitucional va aumentando la intensidad de su respuesta ante el proceso y el Parlament aguanta el envite. La presidenta de la Cámara, Carme Forcadell, ha comparecido esta tarde y ha advertido que "ningún tribunal impedirá que en este Parlamento se hable y se debata sobre lo que interesa a la ciudadanía".

Forcadell ha comparecido acompañada del resto de miembros de Mesa que aparecen señalados directamente y con contundencia en la interlocutoria del Tribunal Constitucional, que hoy se ha hecho pública y que anula la resolución del debate de política general sobre la convocatoria del referéndum. La resolución del TC plantea a la fiscalía actuar contra todos ellos. Se trata del vicepresidente primero, Lluís Corominas, y tres secretarios de la Mesa, Anna Simó y Ramona Barrufet de JxSí, y Joan Josep Nuet de CSQP.

"No entendemos ni contemplamos ninguna inhabilitación porque los cinco hemos cumplido con nuestras funciones y obligaciones como miembros de Mesa. Al contrario, si no lo hubiéramos hecho habríamos incumplido nuestras obligaciones", ha asegurado Forcadell

La presidenta ha subrayado al tomar la palabra para su intervención inicial, la “diversidad” política que representan los miembros de Mesa presentes, para advertir que “lo que sucede en Catalunya no afecta únicamente al independentismo, sino que está en juego la democracia”.

Forcadell ha explicado que la conclusión del TC, recogiendo los argumentos de la Abogacía del Estado y la Fiscalía, es que al debate de política general no se podía hablar sobre independencia. “Que a nosotros, miembros de Mesa, nos correspondía decir al presidente de la Generalitat y a los grupos parlamentarios de que se podía hablar y de que no”, ha resumido, para advertir a continuación que “esto, evidentemente, ni ha pasado ni pasará”.

"Se debatirá a pesar de las intimidaciones"

La presidenta ha subrayado que admitir o no unas propuestas por su contenido político “ataca frontalmente la esencia del parlamentarismo y su razón de ser”. Por esta razón ha querido enviar un “mensaje de tranquilidad a la ciudadanía”: “A pesar de las intimidaciones, las amenazas y los requerimientos, garantizaremos que el debate y la palabra continuarán siendo entregues en este parlamento”.

Igualmente ha asegurado que los miembros de Mesa están convencidos de haber cumplido con sus obligaciones. Y así lo han expresado ellos mismos a continuación.

“Nuevamente nos negamos a convertirnos en censores a las órdenes de un gobierno incapaz de afrontar políticamente los conflictos políticos”, ha advertido.

El vicepresidente Lluís Corominas ha destacado que el TC no ha escuchado ninguno de sus argumentaciones, ha asegurado que defenderán los derechos de los diputados hasta el final y ha tildado de inaceptable la interlocutoria.

Cabezas de turco

Especialmente significativa ha sido la intervención del diputado de CSQP Joan Josep Nuet que la ha empezado recordando que no es indepentista pero defiende que "en el Parlament se tiene que poder hablar de todo". "Es posible que se nos quiera convertir en cabeza de turco con un aviso al pueblo que, cortando algunas cabezas quizás, la gente de este país se asustarán y se echará atrás en sus demandas de soberanía", ha advertido el diputado mostrando la convicción que no han cometido ningún "acto criminal".

La republicana Anna Simó ha insistido que seguirán adelante en la defensa de la democracia y la voluntad popular, mientras que Ramona Barrufet ha atribuido la situación en que se encuentran al hecho de "no haber abierto la puerta a la censura".