La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha asegurado que no dimitirá y que no tiene miedo de que la inhabiliten, después de que ayer la sala civil y penal del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) decidiera ayer enviarla al banquillo de los acusados. La respuesta firme de la presidenta responde a la invitación de PP y Ciudadanos para que abandonara su cargo.

En una entrevista en Catalunya Ràdio, Forcadell ha afirmado que no tiene miedo a la inhabilitación, una medida que considera un "ataque antidemocrático tan feroz" que ni tan sólo se lo puede imaginar. Es más, ha recordado que fue elegida por los diputados del Parlament de Catalunya para toda la legislatura y que, en todo caso, sólo pueden ser los diputados los que, en una nueva legislatura, escojan a otra persona para presidir la cámara legislativa.

Por otra parte, la presidenta del Parlament se ha mostrado convencida de que su decisión de permitir votar las conclusiones de la comisión del estudio del proceso constituyente fue una defensa de "la soberanía del Parlament y el derecho de expresión de los ciudadanos". Preguntada sobre si desobedecerá una posible sentencia condenatoria, Forcadell ha querido dejar claro que no plantea este escenario.

Las peticiones de dimisión

Ciudadanos y PP reclamaron ayer en los pasillos del Parlament que Carme Forcadell dimitiera de su cargo una vez el TSJC admitís a trámite de la querella de la Fiscalía. "Forcadell puede defender lo que quiera como presidenta de la ANC pero como presidenta del Parlament no puede ni defender sólo una ideología ni saltarse leyes", apuntó la líder de la oposición y de Ciudadanos, Inés Arrimadas. Por su parte, el portavoz del PP, Enric Millo, pidió a Forcadell que reflexionara sobre si la segunda autoridad de Catalunya puede ser investigada por el poder judicial.