Las fiscalías española y alemana ya ha empezado a hacer los trámites por la extradición del presidente Carles Puigdemont. Así lo ha asegurado el ministerio público español, que ha informado de qué se encuentra realizando "intensas gestiones" con la fiscalía de Alemania para "poner a su disposición toda la documentación y material que se necesite para hacer efectiva la euroorden".

La fiscalía alemana ya han confirmado la detención y lo mantienen en la comisaría. Sin embargo, fuentes de la defensa de Puigdemont dicen que la detención no tiene que suponer una extradición inmediata, y piden que sea trasladado a Bélgica. Por el contrario, la acusación popular de Vox ya ha anunciado que solicitará el ingreso cautelar de Puigdemont en la prisión alemana.

Según el procedimiento habitual de las euroórdenes, una vez recibida la petición de detención, las autoridades alemanas tendrían que revisar los delitos por lo que el Supremo lo quiere procesar, que son rebelión y malversación, y ver si tienen equivaliendo en su Código Penal. En caso de tenerlos, la entrega en España es automática. En el caso de Alemania sí que habría un delito parecido al de rebelión, con penas de hasta 10 años, pero sólo se aplicaría en casos en que se hubiera actuado con violencia.

Puigdemont ha sido detenido en la carretera A7 cuando se dirigía dirección sur hacia Hamburgo y se encuentra detenido en la ciudad de Schuby. El diario alemán Foco asegura que el servicio de inteligencia español tenía localizado a Puigdemont y cuando salió de Finlandia hacia Alemania informó a la policía alemana. El presidente ha sido retenido este mediodía por la policía alemana cuando el presidente atravesaba la frontera en coche desde Dinamarca rumbo a Bélgica, país en el cual tiene fijada su residencia, en aplicación de la euroorden detención y el orden internacional de busca y captura cursadas por el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena.

Puigdemont viajó a Finlandia el pasado jueves, después de un viaje de cinco días a Suiza, donde participó en conferencias y mantuvo reuniones con políticos del país.

La noche del mismo viernes, Carles Puigdemont -que tenía unos billetes de avión para volver a Bruselas para este domingo por la tarde- abandonó Finlandia rumbo a Bélgica, según confirmó el diputado finlandés Mikko Kärnä, uno de sus anfitriones en el país nórdico. A lo largo del día, las autoridades finlandesas estuvieron buscándolo sin éxito, por lo que vigilaron todos los puertos y aeropuertos del país.

El presidente, que llevaba cinco meses en el exilio a Bélgica, estaba volviendo a su residencia de Waterloo cuando ha sido interceptado y retenido por la policía alemana. Puigdemont tenía prevista contactar con las autoridades belgas al volver al país, según su abogado.

La retención del presidente llega después de que el pasado viernes Pablo Llarena volviera a reactivar la euroorden de detención y dictara también una orden internacional de busca y captura, permitiendo que cualquier policía lo retuviera. Llarena también ordenó la detención de la secretaria general de ERC, Marta Rovira, y de los consellers Antoni Comín, Meritxell Serret, Lluís Puig y Clara Ponsatí, después de procesarlos por delitos de rebelión y malversación.