En medio de la tensión por el requerimiento que abre la vía del artículo 155 en Catalunya, el día 12 de octubre ha derivado en una exaltación del sentimiento nacionalista español, que han decidido no compartir el lehendakari Íñigo Urkullu, el president de la Generalitat, Carles Puigdemont y la presidenta de Navarra, Uxue Barkos, ausentes en la cita. El fervor se había podido palpar en el ambiente los días previos, por las banderas rojigualdas colgadas en varios balcones de Madrid, y también este jueves, con aplausos más fuertes durante el desfile de dos cuerpos en concreto: la Policía Nacional y la Guardia Civil.

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La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría habla con el presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes/EFE

Ante ese escenario, el hilo musical del conflicto soberanista se mantenía de fondo mientras las tropas gritaban el "Viva" habitual cada vez que pasaban ante el monarca Felipe VI –acompañado de las infantas Leonor y Sofía y la reina Letizia. El Rey vestía con el uniforme azul grisáceo del Ejército del Aire esta vez –el año anterior lo hizo con el verde del Ejército de Tierra–, vitoreado por ciudadanos que enarbolaban banderas españolas. Ello, días después de pronunciar un discurso criticado por partidos como Podemos por "excluyente" con el independentismo y otros ciudadanos del Estado.

El Gobierno también ha mantenido de fondo el halo de la declaración de independencia hecha por Puigdemont –y segundos después, suspendida en sus efectos– ante las izadas de banderas y el himno español. La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, aseguraba que estaba "casi" segura de que el Ejército no tendrá que intervenir en Catalunya, un rato antes del despliegue por el paseo de la Castellana de la Guardia Civil, la Legión –con una cabra nieta de otra de Kosovo, país no reconocido por España– y, como novedad, la Policía Nacional –que regresaba, aunque no es un cuerpo militar.

Como en toda festividad nacional, se ha homenajeado el papel de los soldados caídos, esta vez con el himno "La muerte no se el final", cantado por Felipe VI y los ministros de Mariano Rajoy, rodeado del gabinete ministerial en pleno. Previo a ello, la Casa Real y la Moncloa han saludado a los jefes del estamento militar, junto a la presidenta de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes, quien llevaba un bolso con la bandera española –después de que el año anterior hubiera lucido un paraguas con la rojigualda-, y la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena.

La cuestión es que no todas las sensibilidades políticas se han sentido igualmente representadas durante un día que, entre otras efemérides, celebra el descubrimiento de América –y de ahí el nombre de Día de la Hispanidad. Es el caso de Izquierda Unida, formación republicana que ha colgado un tuit reivindicando "la resistencia indígena" y se ha apropiado uno de los lemas del independentismo, como es el habitual "nada que celebrar" sobre la festivida del 12-O. No es el caso de Podemos, formación que entre sus filas sí incluye a un ex JEMAD, Julio Rodríguez.

Con los ecos del artículo 155 en el aire, la celebración ha servido para juntar un largo rato a los líderes del PSOE y Ciudadanos, Pedro Sánchez y Albert Rivera. La relación entre ambos partidos lleva tiempo sin ser fluida, pero las cesiones de los socialistas para activar esta vía con Catalunya –a cambio de la reforma de la Constitución– los ha acercado a Cs. Precisamente, se encontraban presentes asimismo el presidente de Asturias, Javier Fernández, y la presidenta de Andalucía, Susana Díaz –que el año anterior tuvieron una presencia destacada debido a la crisis de gobernabilidad en el Estado.

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El líder del PSOE y el de Ciudadanos conversen en la bancada de los invitados / EFE

Entre los grandes ausentes del encuentro estaba la infanta Cristina, alejada de su familia como consecuencia de los casos judiciales que afectan a su marido, Iñaki Urdangarin. No se ha perdido el desfile engalanada con la bandera española su hermana, Elena de Borbón. La festividad y la celebración, sin embargo, se han visto enturbiadas por la muerte de uno de los pilotos de los aviones del desfile en un accidente en Albacete, hacia donde Rajoy y Cospedal viajarán esta tarde después de saludar a los Reyes en su recepción oficial habitual en el Palacio Real, con diversas autoridades invitadas.
 

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La infanta Elena con su hija Victoria Federica / EFE