Solo ha habido un momento en que este miércoles, en Madrid, el feminismo haya convergido. El punto de partida de las dos manifestaciones —contrapuestas por su manera de entender los derechos de las personas trans— era el mismo: la estación de Atocha. Este 8 de marzo en la capital española se ha certificado que el movimiento feminista no está crispado por la ley del 'solo sí es sí' y la reducción de penas a agresores sexuales, sino por dos debates: el de la ley trans y el de la prostitución.

Según la delegación del Gobierno, 17.000 personas han dado apoyo a la manifestación mayoritaria organizada por la Comisión 8-M, en la que han participado miembros de Podemos y PSOE. Este colectivo se muestra a favor de los derechos de las personas LGTBI y, por lo tanto, está a favor de la ley trans. La otra concentración ha sido convocada por el Movimiento Feminista de Madrid, un colectivo contrario a los derechos de las personas trans y que, además de defender la abolición de la prostitución, pide el cese de la ministra de Igualdad, Irene Montero. Esta concentración, que contaba con el apoyo del PP, ha conseguido, también según la delegación, concentrar a 10.000 personas.

Las manifestaciones de este 8 de marzo han servido, pues, para demostrar que la división del movimiento feminista no se debe a los problemas que ha originado la ley del 'solo sí es sí', sino a la percepción que se tiene sobre las personas trans y la prostitución. En el primer aspecto, no hay muchos grises: hay quien está a favor y quien está en contra de la ley trans. Mientras que en la cuestión de la prostitución sí que hay varias sensibilidades. Mientras que el Movimiento Feminista de Madrid se reivindica directamente como abolicionista, la Comisión 8-M respeta que haya varias opiniones al respecto, y diferencia entre la prostitución y el tráfico de personas y la explotación sexual.

"Ser mujer no es un sentimiento"

Las diferencias dentro del movimiento feminista ya se han hecho notar este miércoles por la mañana. Unas manifestantes tránsfobas han boicoteado un acto organizado por el Ministerio de Igualdad y han abucheado a Irene Montero por haber impulsado y aprobado la ley trans. La ministra ha invitado a una de las manifestantes a debatir con ella y, ante las proclamas tránsfobas de la joven, Montero ha señalado que, como máxima responsable del departamento de Igualdad, su obligación es defender "los derechos humanos". Es decir, respetar la libre percepción de género de las personas.

Esta tarde, delante de la estación de Atocha, algunas mujeres han proclamado lemas tránsfobos como "ser mujer no es un sentimiento". Las participantes a la manifestación del Movimiento Feminista de Madrid han insistido, también, en la dimisión de Irene Montero. Hay que remarcar que en esta concentración había mujeres de todas las edades, y que han sido centenares las mujeres jóvenes, en torno a la veintena, que han gritado consignas contrarias a los derechos de las personas trans.

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Manifestación minoritaria en Madrid / Foto: Europa Press

"No es no y el resto es violación"

En la otra cara de la moneda, en la manifestación mayoritaria, sí que se han defendido los derechos de todas las mujeres, incluidas las trans. "No estamos a salvo con Carmen Calvo", han gritado con ironía y humor algunos manifestantes, en referencia a los posicionamientos tránsfobos de la exministra socialista. Allí, además, se ha hecho algún cántico favorable a la ley del 'solo sí es sí' que impulsó Podemos. "No es no y el resto es violación", han dicho; además de dar apoyo continuado a Irene Montero, ministra de Igualdad.

En esta misma manifestación ha participado el PSOE, por mucho que la organizadora, la Comisión 8-M, esté en contra de reformar la ley del 'solo sí es sí'. En la cabecera se ha situado Begoña Gómez, pareja de Pedro Sánchez; y la han acompañado ministras del PSOE y mujeres de la ejecutiva del partido. Los dos socios del Gobierno, pues, han ido de la mano este miércoles. El movimiento, sin embargo, se ha dividido en dos.