La cara de enojo que ponía Felipe VI cuando Francina Armengol fue al Palacio de la Zarzuela a comunicarle que Pedro Sánchez había sido escogido presidente del Gobierno hizo correr ríos de tinta. Las cejas fruncidas, el rostro tenso y las manos cerradas en un puño que mostraban la tensión del momento para el monarca, después de que la presidenta del Congreso le confirmara que el independentismo había votado por el candidato socialista a cambio de la ley de amnistía, entre otras cosas, que el mismo Borbón tendrá que firmar. Además, el hecho de que Felipe VI no hubiera hecho ninguna manifestación pública contra esta norma enojó una parte de la ultraderecha que lo insultó durante las manifestaciones en la calle a Ferraz, recortando en algunos casos el escudo de la bandera. Durante la toma de posesión de Sánchez y los nuevos ministros, la cara del rey español no mejoró mucho: continuaba tenso y parecía que tenía ganas de marcharse.

Ahora, un mes más tarde, la historia se ha vuelto a repetir. Sánchez ha vuelto al Palacio de la Zarzuela para la toma de posesión del nuevo ministro de Economía, Carlos Cuerpo, que sustituye a Nadia Calviño después de que la ya exvicepresidenta del Gobierno haya sido elegida presidenta del Banco de Inversiones Europeo. En esta semana de "vacaciones" para el Rey, ni él ni ningún otro miembro de la Familia Real tenían ningún acto programado en sus agendas y no se espera que reaparezcan en público hasta la Pascua Militar del 6 de enero, al día siguiente que el emérito celebre su aniversario en Abu Dabi, pero este cambio en el Consejo de Ministros ha obligado al monarca a interrumpir su periodo de descanso. En la fotografía oficial, situado entre Sánchez y Maria Jesús Montero, el rey Felipe aparece sin sonrisa y tampoco se ha relajado en el momento en el que Cuerpo ha jurado su cargo, mostrándose del todo impasible. Solo ha tenido un gesto amable con el presidente del Gobierno cuando le ha alargado la mano para saludarlo.

Serio al lado de Sánchez, sonriendo con Milei

Estas nuevas imágenes, tenso al lado de políticos socialistas, contrastan fuertemente con su rostro de felicidad cuando este mismo mes de diciembre viajó a Argentina para la toma de posesión del nuevo presidente del país, el populista y ultraderechista Javier Milei. Siempre sonriendo, Felipe VI no hizo mala cara en ningún momento. Su alegría ante el nuevo presidente llamó la atención en las redes sociales, que lo compararon con las malas caras que en las últimas semanas ha hecho a Pedro Sánchez o a Francina Armengol. "Felipe VI, el único monarca europeo que asistió a la toma de posesión del ultra Milei, no disimula un poco lo que es, al contrario, aunque él más que nadie se tendría que mostrar neutral", escribió un usuario en las redes sociales.

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Felipe VI, sonriente en la toma de posesión del presidente argentino, Javier Milei / Efe

Felipe VI no ha sido el único miembro de la familia real que ha sido noticia por sus malas caras en público recientemente. Su mujer, la reina Letizia, también llamó la atención por no sonreír ni un momento durante la jura de la Constitución de su hija Leonor. Según se ha publicado después, su preocupación iba más allá y se debía a que le habían explicado que Jaime del Burgo, su excuñado, explicaba una supuesta relación extramatrimonial con ella en un libro de Jaime Peñafiel.