Poca pompa en el recibimiento a los reyes en la abadía de Montserrat. Los monarcas no han podido acceder al monasterio por la entrada principal, como pretendían, a causa de las protestas que, a pesar de concentrar a penas unos centenares de personas, bloqueaban el acceso con una estelada gigante y habrían obligado a la policía a actuar para abrir camino. Dentro del monasterio también esperaba un grupo de independentistas a punto para desplegar esteladas y carteles contra el monarca. Finalmente, Felipe VI y Letizia han entrado por la puerta de atrás y han accedido al monasterio por el claustro, donde han sido recibidos por el abad de Montserrat, Manel Gasch.
Junto con el abad, esperaban a los monarcas el president de la Generalitat, Salvador Illa, el ministro de Indústria, Jordi Hereu, el delegado del Gobierno, Carlos Prieto, y la alcaldesa de Monistrol de Montserrat, Núria Carreras. A continuación se ha celebrado un acto en la sala de la fachada del monasterio, una sala muy austera, presidida por una imagen de la Virgen, donde solo cabían unas decenas de invitados, entre ellos el conseller de Justícia, Ramon Espadaler, o el presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu.
Valores benedictinos y sin música
En esta sala, los monarcas han asistido a un acto sobre los valores benedictinos a cargo del abad del monasterio y basílica papal de San Pablo Extramuros del Vaticano, Donato Ogliari, y posteriormente un diálogo también sobre valores benedictinos entre el abad de Montserrat y el presidente de la Congregazione Sublacense Cassinese, Ignasi Fossas. Las intervenciones de los monjes, que no se han apartado del tema de la jornada, que versaba sobre el abad Oliva y los valores benedictinos, se han hecho buena parte en castellano y el resto en catalán.
Estaba prevista una interpretación musical, que finalmente ha desaparecido. Felipe VI ha cerrado el acto con un breve saludo en catalán oxidado durante el cual ha asegurado tener "conciencia clara del gran simbolismo y el peso de la historia" que representa Montserrat. Ha señalado el vínculo que, según él, existe entre el monasterio y la Corona, "encarnado en las visitas de tantos reyes y reinas, desde Jaume I el Conquistador hasta los Reyes Católicos y el emperador Carlos V", hasta sus bisabuelos y padres. "Hoy nosotros lo hacemos, por primera vez, también como reyes", ha añadido.
En castellano, Felipe VI ha reclamado constancia en la renuncia de "los discursos totalitarios, las identidades excluyentes, los prejuicios, los extremismos y las pretensiones de superioridad moral".
Apertura
Felipe VI ha subrayado el papel de Montserrat como "gran punto de encuentro de nuestra cultura: de la cultura catalana, la española y la europea" y ha enfatizado su valor simbólico y la tradición de acogida, conocimiento y aprendizaje. "Debemos estar orgullosos de ella porque nos habla de apertura y de progreso. No se cierra en ella misma, no recela de las diferencias, no se queda inmóvil como lo están las rocas, sino que avanza con el tiempo".
En opinión del monarca, estos valores toman ahora especial relevancia, "en tiempo de graves incertidumbres geopolíticas, de graves conflictos y de guerras con una indescriptible dimensión de sufrimiento humano, tiempo donde todos tenemos que velar por la preservación y la dignidad del espacio público".
Al acabar, los Reyes han podido acceder al interior de la basílica para visitar la imagen. Acto seguido, se les ha ofrecido una recepción en el claustro del monasterio. El aterrizaje de Felipe VI en Montserrat se ha saldado con dos denunciados y quince identificados.