Felipe VI y la reina Letizia han vuelto este lunes, día de la verbena de Sant Joan, a la abadía de Montserrat, pero lo han hecho por la puerta de atrás y huyendo de la bronca que habrían recibido por parte del independentismo, que este 23 de junio ha subido hasta la Montaña Mágica para expresar su rechazo por la presencia del Borbón en el país y en uno de sus grandes símbolos. Eran en torno a unas 200 personas, convocadas por la Assemblea Nacional Catalana y la Coordinadora Antimonàrquica de las comarcas de Girona, que han subido o bien en el tren cremallera o bien a pie, desde varios puntos de la montaña. El cordón policial ha evitado que entraran en el recinto y han quedado concentradas con una gran estelada delante de la estación, donde han estado silbando y gritando proclamas independentistas.
🔴Visita de los reyes a Montserrat, DIRECTO | Protesta independentista
Se han vivido momentos de tensión entre los manifestantes y la policía, con dos denunciados y quince identificados, y entre las personas que se han enfrentado a los Mossos estaba el diputado de Junts, Francesc de Dalmases. Ante la presencia de los manifestantes, tanto Felipe y Letizia como otras autoridades, entre ellas el ministro Jordi Hereu y el president de la Generalitat, Salvador Illa, no han entrado en la abadía por la entrada principal, sino por la puerta de atrás, evitando la gran pitada. Las últimas visitas del monarca a Catalunya habían transcurrido con casi total normalidad, pero el día y el lugar (ambos cargados de simbolismo para el país) han hecho que esta no fuera una ocasión cualquiera. El acto en Montserrat con la presencia del rey ha empezado a la misma hora en que la Flama del Canigó llegaba al Parlament de Catalunya.
Después de confirmar que los reyes habían entrado en la abadía, donde han sido invitados por el padre abad Manel Gasch en un acto sobre la figura del abad Oliba, Jordi Pesarrodona (que ha ejercido de portavoz oficioso de los manifestantes) ha celebrado que, si bien no han podido ofrecer el recibimiento que querían al Borbón en su visita a Montserrat, sí que le han forzado a entrar a "escondidas" y por la puerta de atrás, hecho que, según él, constata que Catalunya no está tan normalizada como defiende, por ejemplo, el president de la Generalitat, y que todavía es un espacio hostil para el jefe del Estado, al menos en una fecha señalada como la de hoy. "A pesar de los porrazos, las identificaciones, la violencia policial y la incautación de material de carácter independentista, hemos utilizado nuestra voz", destaca en un comunicado la ANC tras desconvocar la protesta. "Hemos convertido la montaña de Montserrat, símbolo del catalanismo, en una muestra de resistencia contra la corona borbónica, que no es bienvenida en Catalunya", añaden.
Esteladas de los huéspedes
Este lunes no se ha repetido la imagen que se produjo 14 años atrás, en julio de 2011, cuando el matrimonio, aún como príncipes de Asturias, cruzaron la plaza para entrar en la abadía. Si lo hubieran hecho, habrían tenido de fondo, aparte de la espectacular imagen de la montaña, unas cuantas banderas esteladas: la de grandes dimensiones que algún manifestante ha colocado en una de las rocas de la cima, pero también las que los huéspedes del hotel de Montserrat, justo al lado de la abadía, han colgado de sus ventanas. Mientras los Mossos retenían abajo a los manifestantes, los independentistas que han pasado la noche en la montaña también se han hecho oír ante la fachada principal, con gritos reclamando la independencia.
La redacción de ElNacional.cat está trabajando para ampliar esta información. Para leer la última hora de la noticia, actualiza la página.