José Antonio Primo de Rivera ya no descansa en el Valle de los Caídos. Sus restos han abandonado este lunes el mausoleo fascista y ha sido incinerado y enterrado en el cementerio madrileño de San Isidro. A pesar del secretismo, el Gobierno, a través del Ministerio de la Presidencia, ha difundido algunas imágenes del interior del monumento. En ellas se ven operarios picando la piedra que había sobre los despojos del fundador de la Falange, la comitiva funeraria en el exterior, e incluso algunos invitados al levantamiento de los restos pasando el rato en el exterior.

Hay que recordar, también, cómo ha sido toda la exhumación de Primo de Rivera. La comitiva funeraria ha entrado en el recinto del mausoleo hacia las ocho de la mañana, y ha salido cargando los restos del falangista cuando quedaban escasos minutos para la una del mediodía. Todo este rato para retirar la losa donde descansaba —hasta ahora— al fundador de la Falange y para que los ochenta familiares e invitados celebraran una misa en su honor.

Los gritos de Arriba España y de alabanzas a Primo de Rivera han llegado justo cuando el coche funerario salía del Valle de los Caídos cargando al muerto. Han tirado, también, cinco rosas al vehículo en honor a la letra del Cara al Sol. En aquel momento, eran solo una quincena los falangistas que hacían guardia, junto con periodistas y guardias civiles, a las puertas del mausoleo. 55 kilómetros más allá, en Carabanchel, un centenar de fascistas esperaban con ganas la llegada de Primo de Rivera.

Ha sido tan así, que después se han enzarzado hacia el coche funerario, pasando por encima de periodistas, y empujándose con la policía. Los disturbios han acabado con algunos trípodes rotos. Entre los presentes había, como no podía ser de otra manera, el condenado por el caso Blanquerna y actual Jefe Nacional de La Falange, Manuel Andrino.

Una vez han acabado todos los disturbios y la situación se ha relajado, Andrino ha pronunciado un discurso para las decenas de falangistas que se encontraban en las puertas del cementerio de San Isidro. Aparte de afirmar que las ideas nunca mueren y de describir Primo de Rivera como un pacifista, ha habido un momento para el canto del Cara al Sol. Ha sido entonces, después de un minuto de brazos alzados, cuando todos los fascistas han abandonado Carabanchel y han continuado con sus vidas.

Enterrado por cuarta vez desde su muerte

La familia de Primo de Rivera ya hacía tiempo que había solicitado al abad de la comunidad benedictina del Escorial y a la Consejería de Salud de la Comunidad de Madrid la exhumación de los restos. Ahora, estos ya están situados con las de miembros de su familia.

Es la cuarta vez que el fundador de la Falange es enterrado desde que murió. Sus restos llegaron a la basílica del Escorial en noviembre de 1939, procedentes de Alicante, donde fue ejecutado. Cuando se inauguró el Valle de los Caídos en 1959, el dictador Francisco Franco invitó a la familia de José Antonio a trasladar sus restos al mausoleo. Estas son las imágenes de la exhumación de este lunes:

Exhumación Primo de Rivera Valle de los Caídos 4 - Moncloa
 
Exhumación Primo de Rivera Valle de los Caídos 3 - Moncloa
 
Exhumación Primo de Rivera Valle de los Caídos 5 - Moncloa
 
Exhumación Primo de Rivera Valle de los Caídos 1 - Moncloa
 
Exhumación Primo de Rivera Valle de los Caídos 2 - Moncloa