Un centenar de falangistas. Es la cantidad de personas que este lunes se han concentrado a las puertas del cementerio madrileño de San Isidro para homenajear la figura de José Antonio Primo de Rivera. 64 años después, el fundador de la Falange ha dejado de estar enterrado al Valle de los Caídos, y sus restos han sido incinerados y enterradas en un cementerio del distrito de Carabanchel. En su último paseo por Madrid, solo ha recibido el apoyo y la admiración de un puñado de fascistas.

 

Cuando el sol todavía empezaba a aparecer tras las montañas de la Sierra, un coche con la banderita de España en el maletero circulaba a toda velocidad por la carretera del valle de Cuelgamuros. "¡José Antonio, presente!", ha gritado el fascista mientras hacía sonar su claxon y rompía el silencio atronador de la montaña. Minutos más tarde, en las puertas del Valle de los Caídos, han empezado a aparecer las primeras camisas azul marino con el yugo y las flechas bordadas en rojo en el corazón.

La exhumación de José Antonio Primo de Rivera ha durado en torno a unas cinco horas. La comitiva funeraria ha entrado en el recinto del mausoleo hacia las ocho de la mañana, y ha salido cargando los restos del falangista cuando quedaban escasos minutos para la una del mediodía. Todo este rato para retirar la losa donde descansaba —hasta ahora— al fundador de la Falange y para que los ochenta familiares e invitados celebraran una misa en su honor.

Los gritos de Arriba España y de alabanzas a Primo de Rivera han llegado justo cuando el coche funerario salía del Valle de los Caídos cargando al muerto. Han tirado, también, cinco rosas al vehículo en honor a la letra del Cara al Sol. En aquel momento, eran solo una quincena los falangistas que hacían guardia, junto con periodistas y guardias civiles, a las puertas del mausoleo. 55 kilómetros más allá, en Carabanchel, un centenar de fascistas esperaban con ganas la llegada de Primo de Rivera.

Tanto ha sido así, que después se han enzarzado hacia el coche funerario, pasando por encima de periodistas, y empujándose con la policía. Los disturbios han acabado con algunos trípodes rotos. La policía española ha detenido a tres personas que han intentado saltar el cordón policial. Las tres detenciones han tenido lugar en el acceso al cementerio de San Isidro. También han sido identificadas distintas personas. Entre los presentes había, como no podía ser de otra manera, el condenado por el caso Blanquerna y actual Jefe Nacional de La Falange, Manuel Andrino.

Enterrado por cuarta vez desde su muerte

La familia de Primo de Rivera ya hacía tiempo que había solicitado al abad de la comunidad benedictina del Escorial y a la Consejería de Salud de la Comunidad de Madrid la exhumación de los restos. Ahora, estas ya están situadas con las de miembros de su familia.

Es la cuarta vez que el fundador de la Falange es enterrado desde que murió. Sus restos llegaron a la basílica del Escorial en noviembre de 1939, procedentes de Alicante, donde fue ejecutado. Cuando se inauguró el Valle de los Caídos en 1959, el dictador Francisco Franco invitó a la familia de José Antonio a trasladar sus restos al mausoleo.