Un grupo de eurodiputados ha pedido por carta al papa Francisco que haga de mediador con el fin de evitar que el cadáver del dictador Francisco Franco sea enterrado en la Almudena de Madrid. El escrito lleva la firma de ocho parlamentarios de la Eurocámara: Josep Maria Terricabras y Jordi Solé, de ERC; Izaskun Bilbao, del PNV; Ramon Tremosa, del PDeCAT; Miguel Urbán, de Podemos, Ernest Urtasun de ICV; y las socialistas Ana Miranda y Clara Aguilera.

En la misiva, los eurodiputados han pedido ayuda al Papa alegando que las autoridades eclesiásticas en España no se han opuesto a la petición de la familia Franco de depositar los restos del dictador en la Catedral de Almudena en Madrid porque tienen "el derecho de entierro adquirido en su día". Por este motivo quieren que el Pontífice exponga de forma pública que no es una buena idea enterrar a Franco en la catedral del centro de Madrid. "La catedral corre el peligro de convertirse en un lugar de peregrinación de todo tipo de asociaciones de extrema derecha de toda Europa", asegura la carta.

Finalmente, apelan al "corazón" del papa Francisco "como persona, como ser humano y como ciudadano de Argentina, un país que sabe lo que es vivir una dictadura". Acto seguido afirman que la situación funeraria de Franco es la misma que si el dictador militar argentino Jorge Rafael Videla "descansara en la Santísima Trinidad de Buenos Aires".