El eurodiputado del Parlamento europeo Enrique Calvet, ex de UPyD, ha pedido la ilegalización de PDeCAT, ERC y la CUP. En una carta al director de los servicios jurídicos del Estado, Eugenio López Álvarez, exige la prohibición de estas formaciones para acabar con unos supuestos "ataques, gravísimos e intolerables" que afectan a la "región española de Catalunya y del resto de España".

Calvet, que formó parte de las filas de UPyD y que ahora es independiente, asegura en su misiva que España ha vivido "un golpe de Estado" por parte de los independentistas catalanes. Con un tono agresivo y hablando en todo momento de los "partidos golpistas", expone: "Nunca destruir la democracia española y establecer un régimen totalitario de base supremacista, rompiendo el imperio de la ley y nuestra Constitución, fue tan fácil". Por si equiparar el movimiento independentista con una dictadura fuera poco, el eurodiputado muestra su satisfacción ante el encarcelamiento del Govern.

Aplicar la ley de Partidos

El eurodiputado sostiene que hay que ilegalizar a los partidos independentistas bajo el paraguas de la ley de Partidos Políticos. "Creo firmemente que PDeCAT, ERC y la CUP fomentan el uso de la violencia y legitiman conductas que solo llevan a la desobediencia y el incumplimiento de los mandatos legales y judiciales".

Calvet considera la aprobación de las leyes de desconexión, la referéndum del 1 de octubre y la declaración de independencia son motivos suficientes como para prohibir los partidos, a los que acusa de "manipular" a la población con llamadas a "organizarse, rebelarse y desobedecer.

Comparte grupo con el PDeCAT

Calvet forma parte del mismo eurogrupo parlamentario que el PDeCAT, la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa (ALDE), algo que el eurodiputado no ha llevado nunca bien. De hecho, el pasado mes de septiembre, Calvet pidió la expulsión del PDeCAT del grupo también bajo la premisa de un golpe de Estado. Esta vez ha ido un paso más allá y ha trasladado su animadversión a Catalunya en un momento de máxima tensión entre los gobiernos catalán y español.