Aunque el independentismo se defina a sí mismo como transversal e integrador, la imagen etnicista sigue bien viva desde una cierta perspectiva española, que considera que una manera de desacreditar el soberanismo se revelar, como si se tratara de un secreto a ocultar, los orígenes no catalanes de los ascendientes familiares.

Si hace unas semanas ya fue víctima de este asedio el mayor Trapero, este sábado le ha tocado al presidente Puigdemont por gentileza de El Español, que dedica toda una pieza a explicar los orígenes de su abuela materna. Bajo el título 'Los cuatro apellidos andaluces de Puigdemont: el abuelo que se casó con la charnega", el mencionado diario considera noticiable recordar que el abuelo materno, Carles Casamajó Ballart, exiliado el año 39, se casó con la andaluza Manuela Ruiz Toledo.

A partir de aquí, el artículo, que asegura que "xarnego significa perro", elabora una burda teoría que intenta descalificar, con árbol genealógico incluido, la apuesta independentista de Puigdemont, con frases como "los orígenes almerienses de la sangre de Puigdemont" o "los ocho apellidos catalanes no son tales en su casa".

Doble ración de etnicismo

También El Español publica otra pieza insistiendo en la visión etnicista, esta vez para intentar demostrar otra teoría según la cual, los catalanes 'de verdad' son españolistas. La pieza 'Un descendiente de Wifredo el Velloso lanza una campaña contra el separatismo' explica que Jaime de Berenguer, conde de Cifuentes y supuestamente descendiente del Velloso encabeza una recogida de firmas contra la independencia.