Los etarras han vuelto a la escena pública. Lo han hecho hoy con un comunicado en motivo del día de la patria vasca, Aberri Eguna, donde se remarca que no eludirán la autocrítica por las muertes que provocaron hasta el abandono de las acciones terroristas ahora hace cinco años. "Nosotros no fuimos a buscar la guerra, el conflicto nos lo trajeron a casa", señalan. En este sentido, la organización carga contra fuerzas como el PNV que dice que "colaboraron con los gobiernos del GAL en la dispersión de presos" y que están haciendo una revisión "fraudulenta" del pasado.

Un nuevo escenario para una Euskadi que cinco años atrás dijo adiós a más de 5 décadas de violencia, exige, según ETA, "un acuerdo político sobre el derecho a decidir y que su materialización se convierta en eje de la política vasca". "Hace falta un proyecto popular entre todos y para todos", afirman, ejemplarizando que no sólo para avanzar con identidad, cultura y lengua vasca, sino también como vía "para una sociedad más justa". Concretamente hablan de "satisfacer las necesidades mínimas de todas las personas, hacer respetar los derechos de todo el mundo y garantizar la igualdad entre hombres y mujeres".

La valoración que hacen del "cambio de ciclo" es positiva. "Se han hundido los proyectos políticos basados en la negación de Euskal Herria". Ahora bien, "no estamos donde esperábamos", se quejan, porque "no se ha iniciado un proceso dialogado de paz y resolución, ni con los estados ni entre las fuerzas políticas". En este sentido apuntan que "las consecuencias del conflicto siguen sin resolverse, y el nudo principal que es la situación de los presos sigue sin desatarse". 

Atentados

"Los revolucionarios no podemos aceptar matanzas que tienen como objetivo a simples ciudadanos", subraya la organización. Pero no hablan de España, hablan de los atentados de Bruselas. Critican que "la situación perversamente resuelta y la irresponsabilidad existente han abierto las puertas a todo tipo de integrismos". 

A esta situación subrayan que ha favorecido "el trato deplorable que los estados europeos dan a miles y miles de refugiados que huyen de las guerras salvajes provocadas por los poderosos del mundo". No hemos sentido más que vergüenza y rabia. Hemos visto el verdadero rostro de los mandatarios que hablan sin cesar de derechos humanos", enfatizan, culminando con un "es el colmo de la hipocresía".

Ojo en Catalunya

Catalunya ha sido motivo de ejemplo en al menos dos ocasiones. La primera es la constatación que hacen que "para los estados es más importante preservar su dominio que la paz, aunque sea a costa de cerrarle el camino a la democracia". Consideran que es lo que están viviendo los catalanes. 

En segundo lugar, ponen de manifiesto que, si bien no prevén cambios a nivel estatal, sí que observan cambios de relación de fuerzas en las naciones sin Estado. "Qué decir de Catalunya, pero también de Euskal Herria. Sus procesos constituyentes serían, en última instancia, verdaderos procesos de democratización. El nuestro, en consecuencia, también es un proceso en favor de la democracia".