El dictamen del Tribunal Europeo de Derechos Humanos reclamando que acabe el encarcelamiento del diputado prokurdo del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) Selahattin Demirtas, que ha estado dos años encarcelado sin juicio en Turquía, se ha convertido en una nueva vía para el recurso de los líderes independentistas encarcelados.

El Tribunal de Estrasburgo concluye que la incapacidad de Demirtas para participar en las actividades del parlamento como resultado de la prisión preventiva constituye una injustificable interferencia en la libertad de expresión y de opinión, y en su derecho a ser escogido y a ocupar su escaño en la Cámara. Asimismo denuncia que la prolongación del encarcelamiento perseguía el objetivo de "sofocar el pluralismo y limitar la libertad del debate político".

El Tribunal considera que con este encarcelamiento "es el sistema democrático el que se pone en peligro" y no sólo los derechos y libertades del diputado. Por todo ello, reclama que el Estado adopte las medidas necesarias para "poner fin a la detención preventiva del demandante".

 

La sentencia del Tribunal de Estrasburgo, pionera en este ámbito, se ha dictado por unanimidad. Turquía forma parte del Consejo de Europa, por lo cual, las decisiones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos son vinculantes.

El vicepresidente del Parlament, Josep Costa, ha sido el primero a subrayar a través de Twitter que la sentencia de Estrasburgo aporta "nuevos argumentos" para exigir la libertad de los presos políticos catalanes.