Una fuerte polémica ha aparecido hoy sobre qué república se tiene que conmemorar el 14 de abril desde el independentismo: si la española o la República catalana. Todo ha empezado cuando el Ayuntamiento de Tarragona, encabezado por Pau Ricomà (ERC), ha puesto en la fachada una bandera española republicana coincidiendo con el 14 de abril. El Ayuntamiento ha indicado que la enseña estaría colgada durante todo el día de uno de los balcones del Palau Municipal. Pero este gesto no ha gustado a todo el mundo porque la tricolor es española. El jefe de la oficina del president Carles Puigdemont, Josep Lluís Alay, ha hecho un tuit crítico con la decisión del Ayuntamiento, y ha recordado que la República encarceló al president Lluís Companys, después de que proclamó el Estado catalán federado. "Tarragona hoy. ¿Hay más celebraciones por nuestro país"?, se ha preguntado Alay.

Otros usuarios se han quejado abiertamente de que el Ayuntamiento honore a "la República española". Curiosamente es la misma discusión que apareció el 14 de abril del 1931 a Catalunya. Lluís Companys desde el Ayuntamiento de Barcelona proclamó la República española, pero Francesc Macià desde el balcón de la Generalitat, lo rectificó proclamando la República catalana; eso sí, dentro de la federación ibérica. Las dos almas de ERC.

La situación todavía se ha complicado más cuando la cuenta local Junts por Tarragona, próxima al PDeCAT, ha dado apoyo a la medida del gobierno municipal, del que forma parte. "La Segunda República es eso. Porque antes que república, era española. Qué vergüenza que en Tarragona se haga el juego y se reconozca a los que encarcelaron a nuestro Govern", les ha criticado otro usuario.

El vicepresident Jordi Puigneró, sin entrar en el debate concreto de Tarragona, se ha pronunciado sobre la cuestión y ha subrayado que el problema tanto de la monarquía como de la república es que son españolas. "La cuestión no es si es República o monarquía. El problema es que es española y, sobre todo, defectuosa democráticamente", ha apuntado, y ha adjuntado fotografías de dos governs encarcelados por los dos régimenes.

El alcalde de Tarragona ha querido dejar claro en la red que él reivindica la Segunda República española. "El 14 de abril de hace un año conmemoramos el 90.º aniversario de la proclamación de la II República. Un año más tarde es necesario mirar atrás y recuperar los valores que se defendían hace 91 años y reflexionar sobre el empuje que demostraron a la hora de implementarlos", ha indicado.

En cambio, el líder de ERC, Oriol Junqueras, ha conmemorado la República catalana. "Con el espíritu de los que nos han precedido, y con la fuerza de los que vendrán, haremos realidad la República Catalana: justa, igualitaria, inclusiva, antifascista y feminista. Un país de la gente y para la gente. Visca Catalunya!", ha señalado.

El debate no es nuevo, y es uno de los que tiene pendientes el soberanismo. Tal día como hoy del año 1931, hace 91 años, en el balcón del Palau de la Generalitat ―en la plaza de Sant Jaume de Barcelona―, Francesc Macià i Lluçà, fundador y líder de Estat Català (1922), primer partido independentista de la historia de Catalunya, y de la plataforma ERC (que agrupaba a dos partidos independentistas y a dos partidos federalistas), proclamó la República Catalana como un estado de la Federación de Pueblos Ibéricos. Cuando se produjo este hecho, un poco más tarde de mediodía, hacía poco más de una hora que se habían hecho públicos y oficiales los resultados de las elecciones municipales del 12 de abril, que en Catalunya habían dado el triunfo a los partidos republicanos. Macià rectificó así la proclama que había hecho minutos antes Lluís Companys desde el Ayuntamiento de Barcelona, proclamando la República española, de acuerdo con el alma federalista del partido. Estrictamente, tampoco la proclamación de Macià fue independentista, pero tenía un carácter más confederal porque pensaba en una suma de Repúblicas.

Unos días después de la proclamación de Macià, tres ministros del nuevo gobierno provisional de la República Española volaban hasta Barcelona y se entrevistaban con él ―en aquel momento, el hombre fuerte de Catalunya―. En aquella cumbre pactaron la retirada de la proclama a cambio de la restauración de la institución histórica del autogobierno catalán: la Generalitat. También se pactó que la Generalitat asumiría, provisionalmente, una serie de competencias que serían recogidas y confirmadas en el posterior redactado de un Estatut de Autonomía, que tenía que contemplar el derecho a la autodeterminación. Al final el texto aprobado no incluyó este derecho.