El gobierno español ha evitado dar explicaciones por escrito sobre la Operación Catalunya y ha asegurado que los 'favores' que el exministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo pidió a terceros países para que se pronunciaran contra la independencia eran sólo muestras de una "actitud amistosa" entre países, sin contraprestaciones.

Así consta en dos respuestas parlamentarias a las preguntas que le habían dirigido la diputada del PDeCAT Lourdes Ciuró y el coordinador de diputados y senadores de esta formación, Jordi Xuclà, donde pedían también contestaciones por escrito ante las informaciones sobre las actividades del gobierno español dentro y fuera del Estado para contrarrestar el proceso independentista en Catalunya. Según Xuclà, la respuesta del gobierno español "confirma por escrito que se han practicado favores hacia algunos países" por "una actitud amistosa", hecho que se puede entender como una muestra "de amiguismo".

Ciuró había preguntado al gobierno español si ya ha "desmantelado" la "trama" sobre la Operación Catalunya "puesta en marcha por el anterior gobierno de Rajoy". En una breve respuesta por escrito, el ejecutivo de Rajoy se limita a apuntar que el Congreso de los Diputados tiene en marcha la Comisión de Investigación sobre el uso partidista del Ministerio del Interior bajo el mandato del ministro Fernández Díaz, y "se remite a las conclusiones que en su momento apruebe el pleno de la cámara una vez discutido el dictamen elaborado por esta comisión donde se recogerán las conclusiones de sus tareas".

Con respecto a las manifestaciones de José Manuel García-Margallo en 13 TV, el coordinador de diputados y senadores del PDeCAT, Jordi Xuclà, recordaba que el ministro admitió que el gobierno español había negociado en secreto con otros gobiernos para evitar que posicionaran a favor de la independencia de Catalunya, como por ejemplo los países bálticos.

Por este motivo registró una batería de preguntas dónde pedía la "concreción de los esfuerzos realizados por el gobierno español, y en concreto el ministro de Exteriores, para evitar que varios países tomaran posición ante las decisiones adoptadas por el Parlament de Catalunya y el gobierno de la Generalitat con respecto a la consulta a la ciudadanía sobre el futuro político de Catalunya".

Sin contraprestaciones

Xuclà pedía que le facilitaran la información "por países", detalles sobre los "favores", las peticiones a los gobiernos bálticos, a Canadá y al Vaticano, y el coste de los viajes del ministro a estos países durante su mandato, entre otros.

En su respuesta el gobierno español evita todas estas preguntas y asegura que el mismo ministro "matizó" aquellas manifestaciones el 24 de marzo, cuando "dejó claro" que cuando se refería a "favores" no se trata de "favores en términos de prestaciones o contraprestaciones, sino de una actitud amistosa hacia países que tienen una actitud amistosa".

En este sentido, el gobierno español se limita a añadir que el ministerio de Exteriores "dirige, ejecuta y evalúa las competencias que se recogen en el Real Decreto 342/2012 lo que se desarrolla la estructura orgánica básica del Ministerio de Exteriores", y estas funciones "se ejercen a través de los diferentes órganos administrativos y unidades dependientes del Ministerio".