Ernest Maragall se pronunció ayer muy airado después de saber que se había intervenido el teléfono de uno de los participantes en las reuniones entre ERC y la BCN En Comú de Ada Colau después de las elecciones municipales, con la intención de evitar que los republicanos gobernaran la capital catalana. En estas declaraciones, aseguró además que las conversaciones entre Manuel Valls y Ada Colau estaban "preparadas y premeditadas" con el conocimiento de la alcaldesa. Esto  provocó mucha indignación entre los comuns, que exigieron una rectificación, y la misma Colau, que hoy ha lamentado que estas palabras provengan de un político de izquierdas. Ahora, Maragall ha querido matizar sus palabras sobre el papel de la concejala en todo este as, asegurando que "no estaba al caso", y que él nunca lo ha dicho ni lo ha pensado.

En este sentido, y después del comunicado de Colau, Maragall ha aclarado en una entrevista a RAC1 que ayer, la alcaldesa le envió un mensaje exigiéndole explicaciones y que él le contestó, pero sin recibir respuesta. Con todo, sin embargo, le ha recriminado que se haya mostrado preocupada por el CatalanGate y el espionaje en general, pero no en su caso concreto. Ahora, en este contexto, le ha pedido que vaya más allá de dar apoyo a todas las acciones democráticas y añadirse a las querellas que ya se han presentado: "Entiendo que el Ajuntament tendría que mostrar su solidaridad".

 

"Centro Nacional de la Ignominia"

"La víctima final es la ciudadanía y la víctima instrumental somos yo y Esquerra Republicana de Catalunya", ha reflexionado, más pausadamente, al día siguiente que se conociera toda esta información, asegurando que toda la operación iba dirigida a "intervenir en la voluntad democrática por los ciudadanos". Por el contrario, ha señalado a Colau como la beneficiada del espionaje y Manuel Valls el contratado por el "Centro Nacional de la Ignominia". En este sentido, sin embargo, Maragall ha intentado huir de la polémica y ha pedido distinguir el elemento más serio de todo el escándalo y centrar la atención en que "un estado crea que tiene la legitimidad para intervenir en un procedimiento electoral", sumándole "la evidencia de que un mes antes de las elecciones hubo otra intervención en plena pre campaña".

En este sentido, Maragall opina que la operación va más allá de evitar que fuera elegido alcalde de Barcelona, ya que la operación es "mucho más antigua". "No tengo ni idea de qué papel juega el CNI para llegar a aquellos resultados. Sé que había una financiación, la mediación... toda una operación política". Delante de todo, el político de ERC ha insistido en lo que ha ido pidiendo su partido desde que estalló el escándalo del CatalanGate, por el cual se espió también al president Pere Aragonès: que se hagan aclaraciones y la desclasificación de los documentos, "responsabilidad total", ya que mientras el Estado no acceda a entrar a fondo en esta materia, "los ciudadanos seremos súbditos".

Además, Maragall, que ahora mismo es el único candidato a las primarias del partido para escoger candidato a las elecciones de 2023, ha puesto fecha al escándalo: "La decisión estaba tomada desde el día siguiente de las elecciones. Por lo visto, estaban controlando que todo se hiciera bien", ha puntualizado, añadiendo que aquellos eran unos días en que todo el mundo hablaba con todo el mundo: "Parece que ERC tengamos derecho a presentarnos pero no a ganar".

La reflexión de Torrent

El conseller de Empresa, Roger Torrent, ha lamentado que las negociaciones para la alcaldía de Barcelona "se jugaron con parte de las cartas marcadas", después de las informaciones sobre el presunto espionaje del CNI. "Las reglas del juego mínimamente democráticas y exigibles no se produjeron", ha valorado Torrent, en declaraciones en RAC1. El conseller ha apuntado que estos comicios eran "estratégicos" para el país, ya que habrían podido convertir al republicano Ernest Maragall en el primer alcalde independentista de la capital catalana. "Por eso se escuchaba Maragall", ha añadido Torrent, que ha calificado las informaciones "de escándalo democrático". Ha pedido investigación, que se asuman responsabilidades y garantías de que no se repita.