La Gendarmería ha decidido no actuar en el km 0 entre Catalunya y Francia cortado por un millar de personas.
Desde el punto de entrada a Catalunya, en El Pertús, justo donde está el escenario, hasta donde acaba el corte, hay un kilómetro de coches y camiones parados. Y en el otro extremo, un cordón policial que pretendía liberar a los camiones y que finalmente se ha quedado en una hilera de antidisturbios franceses con centenares de personas delante que no hacían nada. La situación, conocida por la policía española y los Mossos d'Esquadra, es completamente insólita para la policía francesa, que aunque en un principio querían dispersar, después han tenido que detenerse a la espera de órdenes claras.
Ante la imposibilidad de negociar con nadie y de encontrar a un portavoz de Tsunami Democràtic con quien interlocutar, el alcalde de Prats de Molló, Claudi Ferrer, ha hecho de intermediario. Él y una voluntaria de la Catalunya Nord han hecho las gestiones y se han pasado casi 3 horas haciendo de mediadores.
Los ministerios del Interior de Francia y España han hablado. También ha entrado en las conversaciones la Generalitat de Catalunya. Y España ha presionado para desalojar la autopista y abrir paso. Ahora mismo todo el tráfico de mercancías está parado. Y la previsión es que así siga durando dos días más.
El alcalde de Prats de Molló ha recorrido de arriba abajo el km 0, ha visto el escenario, el espacio de la cocina y el ambiente que había junto a Catalunya. Pero también ha visto los riesgos que comporta este kilómetro lleno de coches y camiones, y ahora ya también de tiendas de campaña.
Es un kilómetro en obras, además, sobre un viaducto. Hay materiales que pueden hacer caer o que se pueden utilizar para lanzar contra la policía o contra quien esté en medio. Es un puente alzado lleno de obstáculos y completamente a oscuras que comporta un grave riesgo para las personas. Si, además, la policía dispersa o carga, eso aumenta la situación de peligro para los manifestantes y los mismos policías.
Por lo tanto, a pesar de las exigencias de España, Francia ha decidido ganar tiempo. "Si la gente está tranquila y no hace nada, no actuarán. Es de noche y es peligroso. Ahora, mañana a partir de las 6 horas, podrían empezar a desalojar", alerta al alcalde de Prats de Molló, que ha explicado las negociaciones a ElNacional.cat.
Mientras tanto, en el otro lado, durante todo el día ha habido dos coches de Mossos d'Esquadra y la unidad de mediación que no ha podido hablar con nadie. En la zona catalana, la que queda justo detrás del escenario, no está pasando nada. Sólo que no pueden circular los vehículos. La Brimo se ha quedado en la entrada de la autopista que hay en La Jonquera y ha evitado acceder a la AP-7.