España ha irritado al Reino Unido, cuando empezaba la campaña del Ministerio de Exteriores para mejorar la imagen española a nivel internacional. La causa ha sido Gibraltar. El gobierno español ha presionado a la UE para que defina el peñón como "colonia" si se produce un Brexit duro, y el Reino Unido ha puesto el grito en el cielo.

Un portavoz de la primera ministra, Theresa May, ha declarado a El País, que tildar a Gibraltar de "colonia de la Corona británica", como se prevé en una nota a pie de página del documento comunitario, es "inaceptable". "Gibraltar no es una colonia y es completamente inaceptable definirlo así. Gibraltar forma parte de la familia del Reino Unido y tiene una relación constitucional moderna y madura con el Reino Unido. Esta situación no cambiará por nuestra salida de la UE. Todas las partes han de respetar el deseo del pueblo de Gibraltar de ser británico", ha añadido el portavoz británico, aludiendo a los dos referéndums que se han celebrado en el peñón.

El Financial Times ha hecho público hoy el polémico redactado, y precisa que es fruto de un acuerdo entre España y Francia. El redactado inicial hablaba de "territorios sujetos a la descolonización", pero el gobierno francés no quería que se pudiera interpretar que también hacía referencia a Nueva Caledonia o la Polinesia francesa. Y el resultado es que Francia dio su apoyo a poner los focos sobre Gibraltar.

La portavoz del gobierno español, Isabel Celaá, ha intentado sacudirse la polémica diplomática en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, y ha dicho que no conocía exactamente la declaración.

Los medios británicos han presionado sobre esta cuestión en la rueda de prensa del portavoz de la Comisión Europea, que ha evitado pronunciarse sobre si Gibraltar es una colonia británica.

(En la fotografía, los ministros de Exteriores de Francia y España, Jean-Yves Le Drian y Josep Borrell)