Quienes conocen al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, suelen afirmar que anhela ser presidente. El Partido Popular (PP) asegura que "cuando la izquierda ha podido gobernar, nunca ha dejado escapar la oportunidad", y parecen inquietos ante tal posibilidad. Los socialistas habían dicho que la aritmética era "terca" y "muy complicada", pero en dos días se ha pasado de la hipótesis a la constatación real. A 23 días de la disolución de las Cortes, el sueño de Sánchez se rompe, en medio de una España políticamente atascada, que camina hacia nuevas elecciones.

Ciudadanos y el PSOE no han sido capaces de articular el pacto de 200 medidas con las 20 propuestas de Podemos. La formación naranja había sido clara: Revisarían el documento que el partido morado les había hecho llegar, "por cortesía", pero no estaban dispuestos a incorporar ninguno de los puntos, ni a "abrir en canal el texto". Los de Ferraz se hacían ver optimistas, y decían que lo intentarían. Pero cuando su equipo analizaba el texto, Pablo Iglesias renunció definitivamente a la posibilidad de encaje entre los tres.

Referéndum

Iglesias anunció ayer que los días 14, 15 y 16 de abril someterá a las bases, en una doble pregunta, la decisión final de su posición ante la hipotética investidura del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. "¿Quieres un gobierno entre Sánchez, y el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera?", Sería la primera cuestión. "¿Estás de acuerdo con la propuesta de gobierno de izquierdas que defiende Podemos, En Comú Podemos, IU y en Marea?" , sería la segunda.

La indignación del PSOE no se hizo esperar. Consideran que convocar a consulta la posición final en la investidura a las bases, tal como hará Podemos, es "dar por muerto el acuerdo", y no respetar su propio texto, tachando el hecho "de una estratagema". Afirman que sólo querían los puntos 19 y 20, es decir, el referéndum para Catalunya y entrar en el gobierno.

Por su parte, el líder de la formación morada alega el desacuerdo con lo que él llama "de inmovilismo" en las posiciones de los rivales, de no cambiar "ni una coma" del pacto, y de no constituir un gobierno "proporcional". Estas son las palabras que le habrían dirigido los equipos negociadores. La acusación de Iglesias va más allá, y detecta en los de Rivera la culpabilidad de la situación. "El PSOE ha viajado al país de C's y es como si los hubieran secuestrado, quitándoles el pasaporte, y no los dejasen salir", dijo en su comparecencia. "La voz cantante la lleva C's", decía. El margen que habían dejado los morados era de adhesión a algunas propuestas, como indicó en una entrevista a El Nacional la diputada socialista Meritxell Batet.

Vías "a tres" bloqueadas

Hernando relató la actuación de Podemos los últimos 100 días, acusándole de "no querer el cambio", ni haber querido hablar de contenidos antes. Con un tono más duro que otras veces, el socialista ha recordado el discurso de la "cal viva" acuñado por Iglesias contra los socialistas. También equiparó "sus intenciones" de nuevos comicios a las del presidente en funciones, Mariano Rajoy.

Ante ese escenario, la vía de los 199, con votos positivos de los tres, parece minada, aunque en Ferraz aseguran que lo intentarán hasta "la última gota de sudor". Tampoco es posible el gobierno de "izquierdas", la vía 161; ni la vía 131 votos, los del PSOE y C 's. El camino de los 143, que pasa por la abstención de Podemos, y el sí de los firmantes del acuerdo, además de Coalición Canaria, Compromís, PNV e IU, tampoco tendría ya apoyo.

Equipo negociador de C's / EFE

El PP, impertérrito

El gobierno en funciones mira impertérrito la situación, y declara, sin rodeos, la idea de caminar hacia nuevas elecciones. "No sé por qué esta moción, si quedan tres semanas para disolver las Cortes". Eran las palabras de la vicepresidenta en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, después de que el Congreso aprobara por mayoría llevar a su equipo al Tribunal Constitucional por la negativa a comparecer ante el legislativo.

Ahora bien, el PSOE aseguró que no apoyará un gobierno de ellos con C's, liderado por el PP, que es la fórmula que Rajoy aseguró que prefería. Sin embargo, los de Albert Rivera siguen pidiendo reuniones negociadoras a los populares, que hasta ahora las habían rechazado. Rivera indicó que conforme avanzaran los días, el PP se vería obligados a hacer movimientos. Su argumento es el déficit español y la presión internacional.

Mesa Iceta-Domènech

En Comú Podem no sabe si ellos también la celebrarán una consulta. Ahora bien, si cumplen su promesa electoral, y al margen de la consulta interna de Iglesias, los 12 votos de los comunes serán un no a Sánchez, pues el pacto con C 's no está a favor del derecho a decidir y las confluencias no tienen disciplina de voto respecto de la otra formación.

El Rey, en suspense

El resultado del referéndum de Podemos se sabrá el 18 de abril. Si el veredicto final fuera sí, quedaría una semana para comunicar al presidente del Congreso, Patxi López, la mayoría posible para investir Sánchez, para que elevara la decisión al Rey. El día 30 de abril se debería celebrar el primer debate, y el 2 de mayo, el segundo. Pero con las posiciones enrocadas a derecha e izquierda, todo parece que España camina hacia nuevas elecciones.

Iglesias ha poniendo la decisión en manos de las bases. Ahora bien su número dos, Íñigo Errejón, y él, como doctores en Ciencia Política, seguramente saben el resultado de la votación interna. Es decir, un No al pacto denominado de El Abrazo, disolución de las Cortes el 3 de mayo y nuevos comicios el 26 de junio. Eso, si el PP no mueve ficha, o si no pasa nada extraordinario en medio de un Estado en funciones, ahogado por el déficit y las demandas de la Unión Europea.