El Parlamento de Israel, la Knesset, se precipita a disolver el legislativo y convocar elecciones para el 2 de marzo, en lo que serán las terceras en menos de un año. La misma situación que se puede producir en Espanya si el presidente en funciones, Pedro Sánchez, no consigue formar una mayoría para ir a la investidura.
Los principales partidos israelíes han sido incapaces de formar un nuevo gobierno después del casi de empate entre el centrista Benny Gantz y el primer ministro en funciones Benjamín Netanyahu. A esta situación compleja se ha añadido ahora el proceso judicial por supuesto soborno que se ha abierto contra Netanyahu, que es uno de los políticos emblemáticos de Israel.
El plazo para convocar elecciones acaba a medianoche, pero los diputados ya han aprobado de forma preliminar el proyecto de ley que disolverá de forma inmediata la Knesset y convoca nuevas elecciones. Intentarán hacer todo el procedimiento antes de medianoche, que implicará varias votaciones consecutivas.
Los medios israelíes han mostrado el nerviosismo que había esta tarde en los pasillos de la Knesset, en una situación que escandaliza a los ciudadanos.
לקראת פריימריז בליכוד: מחר יחליט מרכז הליכוד לקיים את הפריימריז בתוך שבועיים. נתניהו מעדיף לקיים את הבחירות המקדימות כמה שיותר מהר, לעומת סער שהיה מעדיף שהן ייערכו בשלב מאוחר יותר@YoavYoavkrak #חדשותהערב pic.twitter.com/CLIceLIgWV
— כאן חדשות (@kann_news) December 11, 2019
הכנסת מתפזרת: נתניהו עדיין מתלבט אם להגיע למשכן הכנסת ולהצביע במליאה. בינתיים במליאה נמצאים חברי הכנסת מכחול לבן, בזמן שאלה מהליכוד מפנים את הזירה – ייתכן שזו טקטיקה כדי להראות שכחול לבן הם אלה שמצביעים על הפיזור@shemeshmicha #חדשותהערב pic.twitter.com/9wR0kvMw8x
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Si la convocatoria no consigue ser pactada, se irá automáticamente a elecciones el 10 de marzo, en plena festividad de Purim, de lejanas similitudes con el Carnaval, lo que en el país sería considerado un ridículo.