No era una plaza fácil de torear, más bien al contrario. Ernest Maragall ha aceptado la invitación para hacer una charla en el Círculo Ecuestre, impulsada por la Asociación de Empresarios de Habla Alemana. Es decir, el mismo auditorio donde ahora hace un año un individuo increpó a Roger Torrent. El público, hoy, era calcado, incluido Karl Jacobi, el empresario alemán que aquel día regañó al presidente del Parlament ―y que ha protagonizado un intento frustrado de ser alcalde de Barcelona―.

El discurso del cabeza de lista de ERC por Barcelona ha removido el estómago de la mayoría de asistentes. Para empezar, cuando le han escuchado hablar en catalán y le han pedido que cambiara de lengua, cosa que él ha aceptado a pesar de reivindicar su derecho de hablar en catalán. La disconformidad, sin embargo, no ha sido en relación al procés, porque ha pasado de puntillas. 

Consciente de la simpatía que la mayoría de los asistentes profesan por Manuel Valls ―el día de su conferencia en el Círculo Ecuestre había el triple de asistentes―, Maragall se ha dedicado a desmontar las líneas principales del programa del ex primer ministro. Les ha dicho claramente que "Valls no tiene ninguna posibilidad de llegar a la alcaldía, aunque gane las elecciones" y que hay que evitar que "la cultura de la extrema derecha francesa, alemana o española se instale en Barcelona".

Maragall ha querido desacreditar también la tesis de que el problema de seguridad de la ciudad se solucione con más policía. Y ha acusado a aquellos que lo defienden "de equivocarse, engañar y hacer demagogia". Ha puesto como ejemplo que el conflicto con los manteros o los MENA no se arregla desplazándolos unos kilómetros, sino con políticas sociales y educativas. Al mismo tiempo, el candidato republicano ha apostado por revisar las condiciones laborales de las grandes multinacionales como Globo o Amazon.

Pactar con Colau

Maragall también se ha posicionado sobre los posibles pactos postelectorales. Ha asegurado que es consciente de que habrá que pactar porque nadie tendrá mayoría absoluta. Y en este sentido ha dejado claro que ve muy posible entenderse con los comuns de Ada Colau, "con quien tenemos muchas posiciones compartidas".

Pero no sólo con ella. Como ya ha afirmado a lo largo de las últimas semanas, se ha mostrado abierto a "conseguir acuerdos de país y de ciudad con la otra gran fuerza del soberanismo". Es decir, con la candidatura de Joaquim Forn.