Esquerra Republicana (ERC) discrepa de Convergencia. Los republicanos mantienen que si no hay presupuestos, el procés no queda "tocado", un argumento que sostienen en cambio voces convergentes como la consellera de Presidència, Neus Munté, el candidato de CDC al 26-J, Francesc Homs, o el propio president de la Generalitat, Carles Puigdemont, para presionar a la CUP y conseguir la retirada de la enmienda a la totalidad. Eso sí, ERC reconoce que si no se aprueban las cuentas de 2016, "los cojinetes chirriarán un poco y no ayudaría a motivar a la ciudadanía, pero eso no quiere decir que el procés esté tocado". Eso sí, avisan que no tener los presupuestos de 2017, sí "sería letal".

En este sentido, en declaraciones en El Nacional, el tándem electoral de ERC para las elecciones generales, Gabriel Rufián y Joan Tardà, hacen un llamamiento a la negociación. "Puigdemont y Junqueras lo tienen que intentar hasta el último momento y la CUP también tiene que ser responsable", reclama el veterano diputado republicano. Es más, el cabeza de lista apunta que "estamos acostumbrados a negociar imposibles", recordando las reuniones maratonianas del mes de diciembre que acabaron con el paso al lado de Artur Mas y la legislatura de Puigdemont-Junqueras.

Sin embargo, Rufián, todavía confiado, cree que si la CUP ha dado apoyo a los presupuestos de Colau-Collboni en Barcelona, "también apoyará las cuentas más sociales de la historia de Catalunya" porque opina que prorrogar las cuentas "sería eternizar el procés". Ahora bien, el número uno de la candidatura también pide a JxSí que tome conciencia y asuma "que no tiene las mayorías suficientes para aprobarlos él solo". Igualmente, puntualiza que si no hubiera acuerdo, se tiene que continuar. Unas palabras que Tardà afianza con la cabeza y con un hilo de voz: "Sí, sí, se tiene que continuar". 

Hacer el juego a la derecha

A pesar de que los republicanos reconocen la "dificultad" de la situación, se muestran confiados en el acuerdo. En este sentido, avisan de que en caso de no haber presupuestos, eso sería "muy bien aprovechado por la derecha" para cargar contra el procés, poniendo de relieve la incapacidad de las fuerzas independentistas para pactar las cuentas, sin duda, el proyecto más importante de un gobierno cada año. Por lo tanto, en este caso quedaría entredicho la capacidad del ejecutivo catalán. Incluso, ERC cree que fuerzas que "no están del todo en contra del procés", como CSQP, aprovecharían este discurso. 

¿Elecciones?

Ante este bloqueo en los presupuestos y teniendo en cuenta los precedentes en la política catalana, parece inevitable que la amenaza de unas elecciones anticipadas se vuelva a poner sobre la mesa. Legalmente Puigdemont no podría convocarlas hasta un año después de la última disolución del Parlament, y eso sería a partir del 4 de agosto, porque Artur Mas firmó el decreto el 3 de agosto de 2015. Preguntados por esta cuestión, Tardà es el primero en afirmar de manera contundente que no habrá. Es más, afirma que sólo se pasaría de nuevo por las urnas si el presidente y el vicepresidente "rompieran la unidad de acción".

"Si hubiera elecciones, es porque Puigdemont y Junqueras se han divorciado", sostiene al diputado republicano. Ahora bien, opina que eso no pasará porque hoy por hoy los dos no están dispuestos según él a romper el mandato democrático que recibieron de las elecciones del 27 de septiembre. "Esta es la idea más importante", argumenta. 

Por otra parte, preguntado por las declaraciones de Francesc Homs, quien acusa a ERC de no defender lo suficiente los presupuestos, Tardà mantiene que sólo importa lo que digan Puigdemont y Junqueras porque todo depende de ellos. "Si no se encogen y continúan juntos, el procés avanza", ha sentenciado. Para acabar añadiendo que "el ruido es ruido".