ERC y PDeCAT se han vuelto a reunir a las puertas del Tribunal Supremo este martes por la mañana, en la segunda tanda de declaraciones de Joaquim Forn, Jordi Turull y Josep Rull ante el juez instructor de la causa del 1-O, Pablo Llarena. A pesar de la comitiva menguante, tras varios días de comparecencias, las fuerzas independentistas han mantenido su apoyo ante aquello que consideran un "uso del aparato judicial para dar un escarmiento", según el republicano Joan Tardà, por una causa fundamentada en "invenciones", afirmaba el demócrata Josep Lluís Cleries.

"Pretenden hacer bandera de la crueldad y la venganza para escarmentarnos", ha asegurado Tardà, acompañado de las diputadas Teresa Jordà y Ana Surra. Este ha señalado el "calvario" de las familias de los procesados, pero ha instado al soberanismo a no "caer en la trampa", ante un intento del Estado para que se "renuncie a hacer la independencia cívicamente y pacíficamente, que es el proyecto de gran parte de la ciudadanía catalana", ha expuesto. "No descarrilaremos y nos aferraremos a los principios democráticos con los que, aunque sufriremos, alcanzaremos la victoria", ha avisado.

A su vez, el diputado Cleries ha denunciado que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, hubiera asegurado que no se había destinado dinero público para sufragar el 1-O, aunque el Supremo acusaba al antiguo Govern de malversación. Ha calificado el delito de "suposiciones" e "invenciones", pues a su parecer "no se aguanta por ningún sitio", una vez el ministro se ha pronunciado, así como Mariano Rajoy, con tal contundencia. Por ello, el demócrata ha instado al Estado a "facilitar el retorno de los exiliados" y liberar a los encarcelados. "Es el momento de la política", ha considerado.