Todos los partidos políticos, excepto el PP, tienen un objetivo claro en esta campaña electoral para las elecciones generales del 26-J: quieren ser "el del cambio". En Catalunya, esta batalla se librará sobre todo entre En Comú Podem (ECP), ganadores de las últimas elecciones el 20-D, y Esquerra Republicana (ERC), a quien las encuestas la sitúan muy cerca de los comunes para disputar la victoria. De aquí que el cabeza de lista de ERC, Gabriel Rufián, siempre hable "de adversario electoral" cuando menciona a En Comú Podem.

Un ejemplo claro de esta rivalidad electoral es el eslogan que han presentado este martes los republicanos:  L'únic canvi possible. Una frase corta y contundente que busca el cara a cara con ECP, que hará campaña bajo el lema Guanyem el canvi. ERC tiene claro que si quiere ganar, y ésta es su intención, tiene que combatir el discurso ideológico de Xavier Domènech y jugar en el mismo terreno de juego que los comunes.

Y este combate pasa básicamente por dotar el discurso independentista de un matiz más social, sobre todo para llegar a aquellos ciudadanos que más han sufrido los efectos de la crisis y no beben de las aguas independentistas. También remarcarán que la idea de referéndum que defiende ECP es más bien un acto de fe y que es "imposible". Por eso, los republicanos han escogido el lema L'únic canvi possible, poniendo de relieve que lo único posible es el procés catalán que tiene que culminar con la República catalana.

De hecho, incluso la estética que utilizarán los republicanos en su cartelera bebe de esta idea de buscar la calle y la proximidad con el votante. Por primera vez, huyen de las fotografías de estudio y apuestan por exteriores. En parte, el objetivo es conseguir una campaña más de escuchar a la gente, que de explicar.

Actos

También quieren valorar el trabajo llevado a cabo estos meses en el Congreso de los Diputados. Todo, en actos más pequeños y sectoriales por la mañana, más de tú a tú, que se harán en Barcelona, y por la tarde, los habituales mítines en todo el territorio, desde Cambrils hasta Igualada. ERC arrancará la campaña en la plaza Orfila del barrio barcelonés de Sant Andreu y la cerrará en el Palamós (Baix Empordà). De hecho, entre los actos más relevantes, destaca que ERC acostumbraba a celebrar su acto central de campaña en Barcelona, pero ésta vez lo hará en Sabadell, la ciudad de su candidato, Gabriel Rufián.

Y en paralelo a estos actos grandes, habrá otros más modestos con el resto de miembros de la candidatura con el fin de tener una campaña más coral y que llegue a todo el mundo. En total, estiman que se harán más de 200 actos durante estos 15 días. De hecho, uno de los activos que más explotarán será el del vicepresident y conseller d'Economia, Oriol Junqueras, que participará en un total de 9 actos. 

Presupuesto

Los republicanos han presupuestado un gasto electoral de 1,5 millones de euros: 800.000 para el mailing, es decir, el envío de la propaganda en los hogares, y 700.000 para el resto. Explican que, según el número de electores de las circunscripciones a las cuales se presenta, las cuatro demarcaciones catalanas, podría haberse gastado 2,78 millones de euros, por lo cual los 700.000 euros suponen un ahorro del 74,83%.

Evitar la confrontación

ERC quiere ir a la suya, sin entrar en polémicas durante la campaña. De hecho, Rufián aseguraba durante la presentación de la campaña, que buscan una campaña en positivo "por mucho que intenten provocar", sacando hierro al cuerpo en cuerpo que, en varias ocasiones, ha intentado buscar al candidato de CDC, Francesc Homs, al criticar abiertamente a ERC.

Rufián está convencido de que Homs "no busca polémicas sino enriquecer el debate", mientras que Joan Tardà siempre ha defendido que las relaciones CDC-ERC en el Congreso en esta legislatura de cinco meses han sido inmejorables.